Real Betis

Resaca amarga que obliga a la reflexión

  • La goleada encajada en Eibar abre la primera crisis deportiva que apunta al entrenador

El entrenador, Quique Setién, en un entrenamiento del equipo.

El entrenador, Quique Setién, en un entrenamiento del equipo. / juan carlos vázquez

La dolorosa derrota de Eibar derivó ayer en una amarga resaca propia de la primera crisis de resultados de la temporada que apunta directamente a la figura de Quique Setién. Cuando parecía que el estilo impuesto por el técnico había comenzado a consolidarse, una sola victoria en los seis últimos encuentros y los numerosos goles encajados -no sólo los cinco del Eibar- han vuelto a colocar en el disparadero ese ideario al que Setién siempre se mostrado fiel.

Tras doce jornadas, el cuadro verdiblanco ha encajado 25 tantos, una cantidad inasumible para un club que aspira este año a acercarse a la zona europea. A esta fragilidad defensiva se une la dificultad que están encontrando los de Setién para desarrollar el fútbol de toque que se pretende, sobre todo ante los rivales que le han realizado una presión alta. Valencia, Espanyol, Getafe, Eibar... Estos cuatro rivales ante los que los heliopolitanos sólo han sumado un punto -la igualada ante el Getafe después de que los madrileños desperdiciaran numerosas ocasiones con 0-2- salieron de inicio con dos delanteros y con una clara idea de dificultar la salida de balón del Betis, a la vez que de generar peligro con simples balones en largo que han superado la débil presión de la medular bética.

Alegará por la roja a Mandi en la acción en la que el árbitro erró al señalar penalti

También los verdiblancos estuvieron muy por debajo de su porcentaje habitual en los pases, sobre todo en el centro del campo, lo que influyó en la escasa elaboración del juego e hizo creer al Eibar en esa fuerte presión que había ordenado Mendilibar.

Los problemas para Setién, además, se multiplican en la zaga. A la baja de Feddal, por sus molestias en el tendón de Aquiles, se unirá la de Mandi, expulsado en la acción en la que González González decretó penalti, pese a que la acción sobre Charles se produjo fuera del área. Eso sí, el club verdiblanco tiene previsto enviar alegaciones para intentar desvirtuar el acta y que el internacional argelino pudiera jugar ante el Girona el próximo sábado en el Villamarín.

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