Necesitado de un triunfo que relaje el ambiente en torno al equipo. Así compareció este viernes Quique Setién, que sostiene la fe en su idea y que aseguró que el equipo tiene el máximo compromiso pese a los últimos resultados.

"El hecho de que nos metan goles no es una cuestión de actitud. El compromiso, el trabajo y las ganas de hacer bien las cosas existen. A veces es el acierto, y el acierto va y viene. Siempre he dicho que tengo muchas dudas a la hora de tomar decisiones y es normal que me equivoque, aunque espero que se valoren más los aciertos que los errores que cometo. Si no, no estaría aquí", dijo el técnico, que incluso respondió al accionista que el jueves pidió su destitución: "Cuando tú estás creando algo siempre te encuentras con muchas piedras en el camino. Confío en el trabajo, pese a dos o cinco días malos a lo largo de un proyecto que pretendes instaurar un modelo que todos hemos aceptado. Lo único que les puedo pedir es que sigan teniendo fe en lo que estamos haciendo. Cambiar de entrenador, sería comenzar otra idea nueva y dentro de tres partidos le pasará lo mismo. Mejor o peor, yo no tengo una varita mágica, no soy Dios ni pretendo serlo. Si algún día me tengo que ir lo asumo porque ésta es la profesión que he elegido y conlleva estas cosas".

Setién mira su libreta en un entrenamiento.

El técnico verdiblanco, que elogió al Girona como un equipo muy trabajado, también lanzó un dardo a Tello. "Está un poco cabreado conmigo, pero es normal. Sabe perfectamente cómo está la situación por las conversaciones que tenemos con él. Lo asume y lo acepta, no de buen grado porque el futbolista nunca piensa que lo ha hecho tan mal como para no ir convocado. El otro día le tocó a Tello y mañana le puede tocar a otro compañero. Todos tienen muy claro lo que yo les pido y tratan de hacerlo lo mejor posible. Luego soy yo el que decide", aseguró el técnico cántabro.