Pepe Mel, un viejo conocido del banquillo verdiblanco, llega al Benito Villamarín con su Deportivo en un momento delicado, pese a que sólo se lleven disputadas tres jornadas de Liga. Un equipo el herculino que ya comienza a sembrar dudas y a hacer aguas. Tal es así que incluso Tino Fernández, presidente de la entidad, comienza a mirar con lupa al técnico madrileño, que llegó en los últimos día del pasado mes de febrero y con el que continuó una temporada más tras lograr la permanencia en Primera División.

Sin embargo, esta temporada no ha comenzado como le hubiera gustado a Mel y su cuerpo técnico, que se sentarán por primera vez en el banquillo visitante tras su salida hace poco más de año y medio. Con el objetivo de lograr la permanencia de la forma más holgada posible, y por qué no, mirar arriba si las cosas se ponen de cara, el inicio ha sido a contrapié. Un solo punto de los nueve disputados, amén de ser el equipo más goleado de la categoría, demuestran que el preparador madrileño todavía tiene mucho trabajo por delante para reflotar un barco al que se le han visto ya las primeras fugas en el armazón.

Para taparlas, en la medida de lo posible, el madrileño pretende realizar una pequeña revolución en el once con respecto a anteriores jornadas. Un equipo renovado que confía en sumar en el coliseo verdiblanco su primer triunfo de la presente campaña.

sin balón

El Deportivo sufre mucho cuando no tiene la posesión de la pelota. El equipo de Mel, tal y como le ocurrió en su última época en el banquillo verdiblanco, recibe goles en los primeros minutos y ese es un hándicap contra el que cuesta luchar. La endeblez defensiva es otra de las lacras del cuadro blanquiazul, sobre todo cuando los balones son laterales centrados al área. La acumulación de futbolistas planteada por el técnico en muchas ocasiones no sirve para tapar los excesivos huecos que dejan los zagueros, unos espacios que aprovechan los rivales para avasallar al equipo deportivista y generarle numerosas ocasiones, incluso con tiros lejanos.

con balón

El equipo de Mel intenta salir jugando desde atrás con los centrales, aunque en muchas ocasiones tratan de sorprender con balones en largo hacia las bandas, donde esperan los atacantes caídos a banda, como Adrián, o los extremos. Aunque cuando se impone el toque, la orquesta se mueve al ritmo que marca Valverde, quizás uno de los mejores refuerzos del verano para los herculinos. El canterano madridista aporta ese plus de calidad y visión de juego para realizar ese pase imprevisible, capaz de romper líneas e intentar sorprender al rival.

lo mejor

Los refuerzos de mayor renombre para la faceta ofensiva, Lucas Pérez y Adrián, ya conocen la categoría y al equipo. Sólo hace falta que ambos atacantes consigan ese punto óptimo de forma para alcanzar los resultados.

lo peor

La fragilidad defensiva del Deportivo lo ha convertido en las tres jornadas disputadas en el equipo con más goles encajados de la competición (nueve).