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Los deberes con lo justo (2-0)

  • El Betis aprovecha dos errores defensivos de Osasuna para sumar tres puntos con goles de Rafa Navarro y Rubén Castro.

  • Sin lucimiento, los de Víctor casi aseguran la permanencia.

Ni sensaciones ni mapas de calor. El Betis aprovechó la visita del peor equipo de la categoría, que suma un solo triunfo en el campeonato y lo logró ya hace 20 partidos, para hacer los deberes con los justo y sumar tres puntos que casi aseguran la permanencia en la máxima categoría. Fue un partido gris, con alternativas, pero en el que los verdiblancos aprovecharon dos errores de una zaga que los comete con asiduidad, independientemente de sus integrantes, para vencer con tantos de Rafa Navarro y Rubén Castro, que rompió su mala racha ante el gol y al que no le gustó nada que el técnico lo volviera a enviar a la caseta antes de tiempo.

Por más que se empeñen el entrenador o el director deportivo, el Betis hace tiempo que dejó de conectar con su grada en Heliópolis. La insistencia de Víctor en acumular jugadores de un perfil defensivo, incluso con la visita del colista, no favorece que el cuadro verdiblanco le pueda imprimir velocidad al movimiento de balón. Y tampoco es que el Betis fuera un muro en su zona defensiva y si Osasuna se fue de vacío fue por su incapacidad para superar a Adán en alguna de las numerosas llegadas de las que dispuso. Esa inocencia del conjunto rojillo en las dos áreas lo volvió a condenar, como en tantas otras veces en esta temporada para el olvido.

La salida de Osasuna fue lo más lejana a la de un equipo compacto en su esquema defensivo. Primero, Clerc realizó un despeje –casi una cesión– envenenado a Sirigu que éste despejó a saque de esquina; dos minutos después, el propio lateral izquierdo se quedó dormido en un pase profundo de Mandi a Sanabria que Rafa Navarro, más listo que el resto, convirtió en asistencia para plantarse ante el meta osasunista y superarlo en su salida con un toque más propio de un delantero.

Con este arranque pareció que el Betis podía encarrilar por fin un partido como local y que su afición disfrutase con tranquilidad en la grada. Nada más lejos de la realidad. Clerc, rehabilitando su inicio de partido, percutió por la izquierda y, tras driblar a Rafa Navarro y Sanabria, colocó un pase atrás que Kenan Kodro remató a la primera para estrellar el balón en el larguero. Si la grada ya hizo un atisbo de protesta a un Betis que perdió el control del juego, los murmullos se acrecentaron minutos después con otra llegada rojilla, esta vez un potente disparo de Jaime Romero al que respondió Adán a la perfección.

Tampoco el Betis desapareció como en otras ocasiones. Las carencias de Osasuna, sobre todo defensivas, asoman una y otra vez en cada duelo. Los regalos continuos de los defensores visitantes se producían en entregas erróneas o en acciones como la que originó el 2-0. La falta de sincronización entre Oier y Vujadinovic a la hora de tirar el fuera de juego habilitó a Rubén Castro, que aprovechó un envío en profundidad de Rafa Navarro, muy activo en el primer tiempo, para regatear a Sirigu y ahora sí transmitir calma a la grada.

Ceballos es presionado junto a la línea de fondo. Ceballos es presionado junto a la línea de fondo.

Ceballos es presionado junto a la línea de fondo. / Antonio Pizarro

E incluso poco antes del descanso, de nuevo los mismos protagonistas, aunque ahora cambiados, pudieron anotar el tercero. Tras otro fallo de Oier, Rubén se plantó en la línea de fondo y su pase hacia Sanabria se encontró el guante de Sirigu, que se la dejó a Rafa Navarro, aunque el remate de éste chocó en la pierna e Clerc cuando el 3-0 parecía una realidad.

La primera jugada tras el descanso ya dejó entrever lo que esperaba al público de Heliópolis, que asistió a esos 45 minutos con indiferencia. Aitor Buñuel envió un centro al área que se coló entre las piernas de Kenan Kodro con éste casi en boca de gol. Más clara sería la ocasión para Roberto Torres, al que achicó Adán cuando se disponía a encararlo. Incluso Sergio León, en su regreso a casa, dispuso de su oportunidad pero su inocente remate de cabeza tampoco sirvió para hacerle daño al meta bético. De los de Víctor casi no hubo noticias. Un disparo de falta de Rubén Pardo y alguna internada de Durmisi o Brasanac y poco más. Incluso la decisión de Víctor de retirar a Rubén, entonado y con ganas de más, cercenó las escasas opciones béticas de anotar el tercero. Tampoco hizo falta. La debilidad de Osasuna hizo sencillo que el Betis venciera con lo puesto.

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