Real Betis

Un derbi con más aristas

  • Víctor necesita recuperar parte de su menguado crédito en la cita de rivalidad.

  • El factor local y la vuelta de Dani Ceballos, aspectos clave.

Víctor dialoga con Rubén Castro y Dani Ceballos en el entrenamiento.

Víctor dialoga con Rubén Castro y Dani Ceballos en el entrenamiento. / José Ángel García

Hace apenas dos semanas, el derbi del próximo sábado se vislumbraba para el Betis de Víctor Sánchez del Amo como la oportunidad de darle una alegría a sus aficionados y que, además, significase el impulso para encarar la recta final del campeonato en pos de acercarse a la zona noble de la tabla. Tras la igualada ante el Valencia y, sobre todo, el doloroso varapalo de Granada, el duelo de máxima rivalidad ha adquirido matices relevantes que incluso afectan a la figura del propio entrenador, que necesita recuperar parte de su menguado crédito con una actuación convincente ante el Sevilla.

El fútbol es volátil y de sensaciones cambiantes, pero los números sí suelen reflejar los méritos de un técnico o de un equipo, y en el caso de Víctor y el Betis los mismos han sufrido un retroceso en las últimas jornadas que han empezado a poner en cuestión los métodos del entrenador, por más que el análisis de fondo apunte a responsabilidades más elevadas en el día a día de la entidad verdiblanca.

El técnico dialogó de manera individual con Rubén Castro a la espera de sus goles

El cuadro bético acumula cinco jornadas sin logra la victoria -tres empates y dos derrotas- y en 2017 sólo contabiliza el triunfo ante el Leganés en el primer partido del año. Si los optimistas se aferran a la imagen ofrecida ante el Barcelona, cuando el cuadro verdiblanco sí mostró intensidad y búsqueda del rival durante muchos minutos, el Betis sí evidenció falta de ambición ante Sporting o Valencia, cuando pareció conformarse con sendas igualadas sin goles, o ante el Granada, donde pareció que la cabeza estaba más en el derbi que en el duelo en Los Cármenes.

Esa falta de atrevimiento, por un lado, y la desconexión sufrida el pasado viernes apuntan directamente al banquillo. Víctor mantiene inamovible la variante táctica con la que inició su andadura en el banquillo bético, esa colocación de tres centrales y dos carrileros que, si bien otorgó una necesaria solidez a su llegada, con el paso de las jornadas ha derivado en un Betis conservador y que depende en exceso de la eficacia de un Rubén Castro que tampoco recibe demasiados balones en ventaja contra los defensas.

Únicamente ante el Granada, y ya con un 3-0 en contra, el técnico cambió el estilo de su equipo, aunque el error de partida había estado en la preparación del encuentro. Las ausencias de Dani Ceballos y Pezzella por sanción -ambos forzaron sendas amarillas ante el Valencia para llegar libres al derbi- fueron un mensaje erróneo a un vestuario que entendió que en la entidad verdiblanca sólo importaba el derbi, por más que el técnico manifestase lo contrario en la previa. La desidia y falta de actitud del equipo fue manifiesta desde el primer minuto y las consecuencias trajeron uno de los mayores sonrojos de los últimos tiempos.

Tras la forzada terapia del pasado sábado, cuando el cuerpo técnico preparó un entrenamiento de urgencia, desde este lunes se pretende lanzar estímulos positivos que eleven la confianza del grupo. Los mismos pasan por el rendimiento en el Benito Villamarín de los de Víctor, donde permanecen invictos con tres victorias y cuatro empates, además de haber dejado en cinco partidos la portería a cero.

La herida abierta con la afición también requiere de una rápida respuesta del equipo, que al menos encontraría el perdón de los suyos si el sábado es capaz de doblegar a su máximo rival tras once años sin lograrlo como local y con unas estadísticas muy negativas en los últimos años.

Otro factor positivo llega con la recuperación de Dani Ceballos. El utrerano se ha convertido en el verdadero motor del equipo y su presencia aumenta la confianza del resto de compañeros. A su capacidad para mantener la pelota y combinar con sus compañeros agrega su trabajo defensivo, siendo el más destacado en este aspecto en cada partido. Tras apenas participar unos minutos en el duelo de ida por decisión del anterior entrenador, Dani Ceballos tiene ganas de derbi, un encuentro que vive con la máxima intensidad, como ya demostrase en el de la primera vuelta de la pasada temporada.

El utrerano vivió este lunes en primera persona el diálogo que Víctor mantuvo con el goleador Rubén Castro, que acumula cinco encuentros sin marcar, los mismos que lleva el equipo bético sin lograr una victoria. Este lunes, en el comienzo del entrenamiento, el preparador madrileño se acercó al delantero canario para intercambiar impresiones y transmitirle confianza. Como el propio Víctor indicó en la previa del duelo ante el Granada, los goleadores siempre se ven afectados por esas malas rachas ante el gol, de ahí que ayer se mostrase cercano con Rubén, cuyos goles necesita ahora el Betis más que nunca. 

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