El aficionado del Betis guarda todavía en la retina la victoria de su equipo en Riazor en la temporada 2002-03, con Víctor Fernández en el banquillo de los de Heliópolis. Aquel encuentro ante el Deportivo acabó con triunfo verdiblanco por 2-4, ofreciendo Marcos Assunçao una auténtica exhibición gracias a su sensacional golpeo. El centrocampista brasileño hizo un gol con un zapatazo con su pierna izquierda y después llegó a estrellar hasta tres balones que acabaron en la madera de la portería defendida por el deportivista Molina.

El público del Dépor asistió a un recital de Assunçao, que inauguró el marcador en un choque en el que los pupilos del preparador maño ofrecieron un extraordinario espectáculo. Alfonso hizo de penalti desde los once metros el 0-1; Makaay, que en aquella época fue vinculado al cuadro verdiblanco antes de firmar por el Deportivo, acortó distancias y Arzu hizo el tercero antes del descanso.

Ya en la segunda mitad, Joaquín, que fue un puñal por la banda derecha todo el partido, firmó el cuarto para los verdiblancos, cerrando el partido Diego Tristán. Una noche mágica de fútbol y goles del Betis en tierras gallegas.