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Un plan de muy escasa duración

  • El Betis resistió mientras el físico lo acompañó para achicar espacios y presionar la salida de balón del Barcelona

  • La avalancha azugrana fue indetectable para los de Setién tras el 0-1

El Betis-Barcelona, en imágenes

El Betis-Barcelona, en imágenes

Sorprendió Quique Setién con un plan inicial diferente a lo habitual, pero la alta exigencia física del mismo, con una presión muy adelantada y casi hombre por hombre cuando Ter Stegen tenía la pelota, acabó teniendo el efecto contrario en los verdiblancos, que acabaron fundidos. Pese a ese evidente descenso en el rendimiento, Setién no varió el nuevo sistema de tres centrales hasta que el marcador ya reflejaba el 0-3 y el Betis había perdido todas las opciones de meterse en el encuentro. Tampoco tuvo demasiado en cuenta el preparador bético el balance de goles azulgrana tras el descanso en esta Liga: un 35-4 al que anoche sumaron cinco goles a favor más.

Los verdiblancos, ayudados también por la lesión de Vermaelen que frenó el juego azulgrana, resistieron hasta el descanso e incluso provocaron que Busquets o Piqué dialogasen con Valverde para intentar encontrar una salida a la batalla planteada por Setién desde la pizarra. Eso sí, los verdiblancos, a diferencia de otros partidos, apenas inquietaron a Ter Stegen, que participó más como el primer elemento del ataque que para resolver problemas defensivos.

Tras el 0-1 de Rakitic, en un contragolpe perfecto en el que el croata halló el espacio libre, el Barcelona aceleró hasta conseguir una goleada que el Betis fue incapaz de detectar y que tampoco se frenó desde el banquillo.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Defensa

Apostó Setién por una novedosa línea de tres centrales, en las que Javi García se unió a Mandi y Feddal. Además, la zaga arriesgaba plantándose muy arriba para achicar espacios y ayudar a la fuerte presión bética en la medular. Asumiendo ese riesgo, los verdiblancos desconectaron al Barcelona, sobre todo en la primera media hora de partido.

Incluso cuando el balón quedaba en los pies de Ter Stegen, los verdiblancos realizaban marcas individuales para obligar a que el meta lanzase en largo.

El enorme desgaste acumulado empezó a notarse tras el descanso, cuando los verdiblancos ya no llegaban a las ayudas. Así se generó el 0-1 que incluso aumentó la intensidad azulgrana, que ya avasalló para recuperar muy arriba y plantarse ante un impotente Adán.

Ataque

Con una disposición distinta, y también un concepto diferente, el Betis trató de jugar más vertical al inicio. Tanto Fabián como Guardado buscaban la velocidad de Sergio León, Durmisi o Tello, aunque los verdiblancos apenas llegaron a la portería rival.

Tras el descanso, y con una presión ya rebajada, el Betis buscó más posesiones largas, aunque tampoco encontró la profundidad de otros días.

Los movimientos del banquillo, tardíos, ya no surtieron efecto alguno en un Betis que pedía la hora para no sufrir más.

Virtudes

La variante táctica para desconectar al Barcelona, pese al riesgo que conllevaba y que se padeció después.

Talón de aquiles

El Betis apenas pisó el área rival y en cuanto se descompuso físicamente habilitó espacios para la calidad azulgrana.

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