leganés - BETIS | el otro partido

Un ridículo epílogo en la ilusión bética

  • Ni el récord de Rubén ni la quinta plaza logró el Betis en Butarque

  • Falta de ambición en un revés para aprender de cara a la planificación

Rubén Castro se lamenta tras no haber llegado por poco a un centro de Loren.

Rubén Castro se lamenta tras no haber llegado por poco a un centro de Loren. / inma flores

El Betis puso el peor broche final a su más que buena temporada en la Liga, con una derrota que enfadó mucho al beticismo por la manera en la que se produjo. Los más de 300 hinchas desplazados a Leganés sí hicieron acto de presencia en Butarque, algo que no hizo un equipo verdiblanco que desprendió poca ambición, pues Rubén Castro no logró batir el récord de Poli Rincón, los heliopolitanos no superaron la cifra de los 62 puntos de la temporada 2004-05 ni se hicieron con la quinta plaza, con la pérdida económica que eso supone en el regreso a la Liga Europa. Y eso que el cuadro dirigido por Quique Setién, quien tuvo ayer poca lucidez, le llegó a sacar cinco puntos de ventaja al Villarreal, que finalmente acabó la temporada en esa quinta plaza, lo que refleja la desconexión sufrida por el equipo de Heliópolis desde la victoria ante el Málaga, ya que desde entonces las señas de identidad desaparecieron.

Aquel triunfo, con mucho trabajo, dio paso a una línea de rendimiento descendente que ya se vio ante el Athletic en San Mamés, frente al Sevilla en el derbi y que ayer quedó corroborada por completo, desaprovechando el Betis, incluso, una superioridad numérica, desde el minuto 23, ante un Leganés que llegó a remontar el marcador y estuvo mucho más intenso que los de Heliópolis, que se marcharon de vacaciones firmando un partido para reflexionar de cara al futuro. Sobre todo, Lorenzo Serra Ferrer.

El vicepresidente deportivo del Betis, acompañado siempre por Alexis Trujillo, estuvo presente en el palco del feudo blanquiazul, y a buen seguro no le gustó el encuentro que hizo su equipo. La última victoria bética en casa del Leganés se produjo en abril de 1994 en Segunda División (1-2, goles de Aquino y Julio Soler), con el balear en el banquillo, quien ayer pudo sacar bastantes conclusiones de cara a las necesidades que tiene el cuadro verdiblanco en su plantilla de cara a la próxima temporada: la falta de un lateral derecho que compita con Barragán, el rendimiento ofrecido por jugadores como Amat y Camarasa, las decisiones a tomar acerca de los porteros, la falta de más físico de élite, desborde en ataque...

Muchos aspectos a estudiar y analizar por parte de Serra Ferrer y Quique Setién, cuya figura sigue generando bastante debate entre la afición bética, de cara a seguir reforzando un equipo que debe afrontar el próximo curso con la máxima exigencia y sin ningún tipo de miedo, ya que jugar tres competiciones debería ser lo habitual en un club que cuenta con en sus filas con más de 50.000 abonados.

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