Resultaría una lectura simple afirmar que, al alinear a tres centrales y adelantar a zona de medios los dos laterales, esa superioridad en la línea ancha asegura el control del juego. Ese planteamiento se hace sólido en este Betis porque tiene a los jugadores necesarios para complacer a Quique Setién. Ninguno de los tres centrales es un tuercebotas y en el caso de Bartra, es incluso una pieza de elevado nivel técnico; Barragán y Júnior, por fuera, no son los típicos laterales largos que sólo lo ven claro encarrilados y triangulan y apoyan; y por dentro, Fabián es un prodigio de dinamismo con su tranco y ayer, hasta Javi García, que descansó por sanción ante Las Palmas, corrió arriba y abajo y tuvo las dos ocasiones más claras irrumpiendo desde atrás.
En definitiva: Setién ha tejido una tela de araña que disfruta tocando, con constantes apoyos, pero ojo, sin perder de vista jamás la portería del rival para cambiar y dar el hachazo. Lo intentó hasta el final y pudo ganar si Barragán no se topa con el recio brazo izquierdo de Oblak (83').
Defensa
Simeone metió a Vitolo por dentro, como hombre más cercano a la punta de lanza, Fernando Torres, al tiempo que desplazaba a Correa a la banda izquierda. Los rojiblancas confiaban en que el empuje de Gabi, Thomas y Saúl forzara a la zaga verde a ir perdiendo metros, pero el Betis se cuidó de replegarse porque en las disputas, en los forcejeos y balones divididos, Javi García, Fabián y los centrales se llevaron la mayoría de los pulsos. Y ya con el balón, esa tupida red de apoyos y pase asegurado sofocó al Atlético incluso tras el descanso, cuando quiso imprimir una marcha más, y también con la entrada de Koke y de Griezmann, muy ahogados por la superioridad bética por dentro.
Ataque
En el arranque del partido, la iniciativa bética fue ya manifiesta, lo que al Atlético tampoco le pareció inquietar, pero hasta tres veces se encontraron los heliopolitanos con claros contragolpes desaprovechados. El primero con un saque en largo con la mano de Dani Giménez a Boudebouz, el segundo con Loren, que erró al picar la pelota (14') y la tercera de Fabián (27'). En estático sí que emergió el Betis auténtico de Setién: Boudebouz abre a Barragán, éste se la devuelve atrás y para su tiro raso Oblak y al momento Tello habilita desde la izquierda a Javi García, que corta y se planta ante el portero, pero chuta fuera por poco.
Boudebouz, ese verso suelto, apareció con su libertad e intuición por dentro en el rechace de una internada de Tello. El francés abrió de primeras a Javi García, que falló con su pierna mala. En definitiva: los apoyos a Loren sorprendieron. Porque Tello también las tuvo al salir de la banda.
Virtudes
El Betis se ha acorazado. Apenas le llegan con su toque. Y éste ya no es un inocuo tiki-taka.
Talón de aquiles
La resolución falló esta vez.
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