Real Betis

Ceballos, Marca Betis

  • El canterano disputa el Europeo con la selección

Dani Ceballos, con el trofeo del Europeo sub 19 de 2015 que logró con España en Grecia.

Dani Ceballos, con el trofeo del Europeo sub 19 de 2015 que logró con España en Grecia. / vasilis ververidis / efe

El futuro de Dani Ceballos en el Betis está muy ligado a la actuación que pueda realizar el utrerano en el Europeo sub 21 de Polonia para la selección española. El canterano, después de realizar una gran temporada tras salir del ostracismo que vivió con Gustavo Poyet, tiene depositadas muchas esperanzas en un torneo en el que intentará ofrecer todo el talento que atesora, aparcando las críticas recibidas -muchas de ellas de parte de los que defendían la postura del técnico uruguayo- por el tema de su renovación, un asunto mal gestionado, una vez más, por los actuales rectores béticos, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, y que Serra Ferrer empezó a intentar enmendar con esa charla que mantuvo con un futbolista que sí representa el valor de la Marca Betis.

La situación que vivió con Poyet sirvió a Ceballos para madurar, aprender y sacar todo el fútbol que lleva dentro, echándose a la espalda en muchos partidos la responsabilidad de su equipo. Eso lo ha llevado contar de nuevo con el beneplácito de Julen Lopetegui y Albert Celades para acudir a la cita de Polonia con un combinado nacional en el que, una vez más, se ha podido comprobar la excelente relación que tiene con el futbolista del Real Madrid Marco Asensio.

El jugador de Utrera, muy amigo de Asensio, confía en hacer un muy buen campeonato

El bético y el madridista se entienden a la perfección dentro y fuera del campo y ambos podrían ser titulares esta tarde contra Macedonia en tierras polacas para una primera cita donde se podrá comprobar que los dos futbolistas han acabado la temporada en un excelente estado de forma.

Así, Ceballos tiene los cinco sentidos puestos en la selección, intentando dejar a un lado las injustas críticas recibidas, en las últimas horas, por el asunto de una renovación mal ejecutada y negociada en la etapa de Eduardo Macià, y que tampoco fue corregida por la dirección deportiva cuando el centrocampista bético, en lo que hubiera sido un golpe de efecto del Betis, no contaba para Poyet. Ahora, a priori, habrá que esperar a finales de mes para ver qué ocurre con el futuro del 10 del Betis, que sí engrandece la Marca Betis, pero la auténtica, no la barnizada con otros deportes ni con folclore.

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