Tal como ha venido informándose en los días precedentes, cada vez se hace más cierta la posibilidad de que Musonda vuelva a vestir de verdiblanco en la temporada 2016-17. Aunque fuentes del club inglés habían advertido de que no habría novedades sobre el caso hasta dentro de cuatro o cinco semanas, los acontecimientos han ido acelerándose en las últimas horas y ya no niegan lo que está siendo ya una verdad a voces: que el Chelsea y el Betis, salvo sorpresa, cerrarán más pronto que tarde el nuevo préstamo del belga para la temporada próxima.

A falta de una confirmación oficial, son varios los indicios que conducen al único camino del regreso de Musonda a Heliópolis. De un lado, está el ya comentado desplazamiento de Ángel Haro y Miguel Torrecilla a Londres hace dos semanas. En ese viaje, los gestores béticos se pusieron en contacto con su contraparte del club blue para plantear la renovación del préstamos del extremo belga.

Aquélla fue la semilla de la que ha germinado un brote que paulatinamente va haciéndose una planta hecha y derecha. De inicio, el ojeador y asesor del presidente del Chelsea, Piet de Visser, confirmó en una entrevista publicada en el semanario belga Knack que, en efecto, Musonda volvería a ser cedido una temporada más antes de formar parte de la plantilla del Chelsea. De Visser, además, no dudó en dar el visto bueno a la segunda vuelta realizada por el joven extremo en el Betis, de lo que cabía interpretar que el destino sevillano sería del agrado de los técnicos y dirigentes londinenses.

Otra de las pistas que han ido guiando hacia la meta del Betis derivó de las informaciones publicadas por la prensa italiana y alemana en la que se aseguraba que tanto la Roma como el Borussia Dortmund habían pujado infructuosamente por el jugador, quien declinó sus ofertas al saberse con menos posibilidades de disputar minutos y destacar que en el equipo verdiblanco.

La insistencia de Musonda en este capítulo ha sido decisiva. El Chelsea, que pretende contratar al medio centro de la Roma Nainggolan, trató de persuadir a Musonda para entrar en dicha operación.

El tercer factor que hacía previsible la llegada del extremo lleva el nombre de Poyet. Es costumbre de Torrecilla hacerse con los servicios de entrenadores con influencia en clubes con excedentes en sus plantillas. Fue el caso de técnicos como Eusebio o Luis Enrique en el Celta (ahí estuvo disponible el caladero de la Masía) y así es probable que suceda también con el entrenador uruguayo, quien cuenta con un gran cartel en el Chelsea, donde militó durante cuatro campañas.