Dani Ceballos está disfrutando del fútbol, madurando en su juego y en personalidad, y creciendo en cada partido. Y no lo está haciendo sólo en el Betis, sino también en la selección española sub 21, como ha quedado demostrado en los dos últimos amistosos (Dinamarca e Italia) del combinado que dirige Albert Celades de preparación para el Europeo de la categoría el próximo mes de junio en Polonia (del 16 al 30), objetivo que el centrocampista de Utrera tiene en mente tras volver a vestir la camiseta roja. Visión, golpeo del balón, protagonismo en la elaboración del juego... Muchos detalles con el segundo equipo nacional español que reflejan el gran momento por el que atraviesa el 10 del Betis, un jugador de platino.

Atrás ha quedado para Ceballos el ostracismo vivido en la etapa de Gustavo Poyet, sin apenas minutos y sin comprender los motivos para no tener el protagonismo que en verano el uruguayo indicó que le iba a dar. Sin embargo, la llegada de Víctor Sánchez del Amo supuso una liberación para Ceballos, que no dudó en dar un paso al frente de un Betis cuyo fútbol depende, en buena medida, de lo que genere sus botas y del oxígeno que le den sus pulmones, pues además de las cosas que realiza con el balón en los pies lleva a cabo siempre un gran despliegue físico, siendo muchas veces el futbolista del equipo bético que más corre en los partidos. De hecho, en más de un encuentro se ha podido observar cómo el Betis ha durado en el choque hasta que al utrerano le han respondido las piernas, ya sea como medio centro puro, realizando labores de distribución, o más próximo a la delantera, jugando en la mediapunta, donde su conexión con Rubén Castro ha dado sus frutos en más de una ocasión.

El crecimiento de Ceballos ha sido tal que en el Betis ya tuvieron hace unas semanas una primera toma de contacto con la agencia de representación de Ceballos, en la que las posturas quedaron claras, pues la entidad de Heliópolis desea mejorarle el contrato y el jugador seguir, aunque de momento, tras ese primer acercamiento entre las partes, no se ha producido ningún movimiento más.

El canterano, además, se ha convertido en un jugador con peso dentro del vestuario bético, siendo un jugador muy querido por la gente más veterana, como son los casos de Joaquín, Adán, Bruno y Rubén Castro, entre otros. La actitud de Ceballos en cada entrenamiento y partido es encomiable, se le ve contento, alegre y con ganas de mejorar para seguir dando pasos adelante con firmeza en pos de explotar, definitivamente, en lo que apuntaba desde siempre, en un magnífico futbolista. Y no sólo por su juego, donde aún tiene que pulir algunos detalles, sino también por ese carácter -no marrullería- que tiene que va acompañado de un gen competitivo y un afán ganador que lo convierten en un jugador con muchas posibilidades para llegar a ser un muy buen pelotero. Un futbolista de platino.