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Con Dani Ceballos surgió otro partido

  • La laxitud al inicio favoreció el juego al pie del Celta

Del ostracismo a convertirse en el guía del Betis. Así transcurre la temporada de Dani Ceballos, a quien Gustavo Poyet casi condena al destierro -su futuro en enero estaba lejos de Heliópolis- y al que Víctor recuperó nada más llegar para que comandase el centro del campo. Desde la izquierda -todavía le falta para ser el gran manijero- el utrerano cambió un partido que se le había complicado a los verdiblancos ante la laxitud de su presión y un excesivo repliegue en campo propio que favoreció el juego al pie del Celta.

La irrupción de Ceballos, que encontró líneas de pase por todas las zonas del campo pese a que en ocasiones se le echaron en falta la ausencia de más socios, cambió el encuentro y si el Betis no venció fue debido a sus errores defensivos.

Defensa

A diferencia del día de Las Palmas, el cuadro verdiblanco no realizó una presión alta e incluso por momentos sólo basculó de un lado a otro mientras el Celta movía la pelota en un rondo a campo completo. Con ese dominio celeste apabullante, el gol visitante era cuestión de tiempo y se gestó en otro error defensivo con una pelota que cruzó dos veces de lado a lado sin que alguno de los tres centrales se diera por enterado.

En la recta final del primer tiempo y en el arranque del segundo, el Betis sí adelantó líneas para presionar en campo contrario, lo que le valió para darle la vuelta al partido. Eso sí, el enésimo error defensivo, esta vez en otro saque de esquina, favoreció el empate rival.

Ataque

Sin capacidad para tener la pelota, al Betis le costó entrar en el partido y sólo lo hizo cuando comenzó a aparecer Dani Ceballos. Ya antes del penalti sobre Petros, los verdiblancos habían hecho acto de presencia, algo que aumentó al salir de la caseta, cuando Rubén Castro y Sanabria se activaron al ritmo que marcaba el utrerano.

Las penetraciones de Durmisi, muy profundo en sus arrancadas por la izquierda, también ayudaron a mejorar la faceta ofensiva de los de Víctor, que generaron ocasiones suficientes para haber sentenciado.

Virtudes

La reacción tras comenzar perdiendo, al son que marcó Dani Ceballos.

Talón de aquiles

Muy feble, sin intensidad colectiva al inicio y con despistes groseros atrás más tarde.

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