Los contratiempos de Rubén Pérez y Beñat forzaron a Mel a improvisar un centro del campo con Cañas, Igiebor y Salva Sevilla. ¿Se harían Gago, Tino Costa y Albelda con la medular? Para nada. El Betis salió muy intenso, dispuesto a que el partido se jugara en la mitad del campo del Valencia. Y así fue en una primorosa primera parte. Tras el descanso, la entrada de Banega por Albelda dio la pelota a los levantinos.

Defensa

Hasta el descanso, plácido trabajo para los cuatro de atrás. Con Tino Costa desenchufado entre líneas y el dúo Gago-Albelda engullido por los medios verdiblancos, el único recurso del Valencia fue el balón largo a Soldado, que jamás le ganó la espalda a Mario, rapidísimo en la anticipación o en la reacción. Con el balón tan lejos de Adrián, los extremos de Pellegrino actuaron más como tapones de Nelson y Álex Martínez que como puñales.

Un retoque bastó para que el partido fuera otro. Entró Banega, Tino Costa retrasó su posición y el Betis, que fue acusando el enorme desgaste de la primera parte -sobre todo los extremos, Salva Sevilla e Igiebor- empezó a defender en su mediocampo. Ahí se mostró más vulnerable. Banega abrió los ataques por los costados o bien conectó con los desmarques de Soldado. Menos mal para el Betis que Adrián volvió a aparecer a tres minutos del final.

Vital, para sacar de atrás al equipo cuando peor lo pasaba, fue la entrada de Nono, que tiró del grupo con casta y fútbol.

Ataque

Esa actitud valiente de salida sorprendió al Valencia. Igiebor se destapó como un medio con mucho campo de acción y con cierto criterio. Salva Sevilla fue un nexo perfecto entre Cañas y los tres jugadores más avanzados, y además aprovechó el pasillo interior que concedía el Valencia para aparecer en zona de remate, como sucedió en el gol. Los extremos corrieron mucho, arriba y abajo. Y Rubén a lo suyo: apareciendo por todo lo ancho del frente, con peligro.

Virtudes

La lección de dinamismo y fútbol al espacio de la primera parte. Varias agradables sorpresas: Igiebor, Campbell, Nono...

Talón de aquiles

Le costó más defender cuando cedió metros.