Con su perfecto conocimiento del sentir del bético, el regreso de Lorenzo Serra Ferrer supuso un viraje radical en el Betis. "Había que buscar soluciones al sufrimiento del bético", justificó en Radio Sevilla el vicepresidente deportivo, quien de nuevo ha introducido el discurso de la exigencia en una entidad quizá demasiado complaciente en los últimos tiempos.

No le tiembla el pulso a Serra Ferrer para hablar de Europa, aunque sea como deseo, ni tampoco para indicar que falta menos para el cambio de ciclo con el Sevilla, aunque su objetivo no sea compararse con el rival y sí el crecimiento propio. Son mensajes futbolísticos, esa parcela que no funcionaba en Heliópolis y cuyo panorama ha cambiado con el arranque liguero protagonizado por los de Quique Setién.

Las dudas que pudieron existir con el técnico han quedado disipadas. "El compañerismo, el espíritu solidario, la competitividad... El míster utiliza bien esos recursos, es importante tener un entrenador que tenga sensibilidad con los que juegan pero también con los otros jugadores que se esfuerzan en los entrenamientos", expuso el balear, que destacó ese ambiente del vestuario como un factor clave de la mejoría: "Estamos muy contentos por cómo hemos arrancado, pero más felices por cómo conviven las personas a las que les toca trabajar en el primer equipo. Hemos hecho una buena familia, la hemos cohesionado y estamos con esa pasión que necesita el bético".

De los cuatro retoques que se planteaban hace unos meses se pasó a la revolución absoluta liderada por Serra Ferrer. "Sin querer meterme en el trabajo de otros compañeros, pensaba en otro Betis. El jugador tiene que conocer el club, la Liga... Teníamos que acortar el plazo de adaptación que todo futbolista tiene que pagar. Encontramos un cuerpo técnico al que le ilusionó lo que pretendemos hacer, con eso teníamos bastante ganado. Había que plantear una idea nueva, no un proyecto sino una manera de encarar la competición pensando en el bético, al que le ha tocado sufrir una situación muy larga. Había que buscar soluciones, este perfil de futbolista que encajara bien en esta idea".

Ilusión, humildad, trabajo... Palabras que aparecen en el discurso de Serra Ferrer, que también invita a soñar al bético. "Europa es un deseo y ojalá se pueda hacer realidad. No es fácil, es un objetivo complicado por la cantidad de equipos que tienen buena plantilla y están capacitados. Pero esa ilusión no se la podemos quitar al bético, la tiene que llevar hasta donde quiere, y los profesionales seremos humildes y constantes. Si seguimos en esta línea nos acercaremos mucho. No sólo por el potencial deportivo sino por la cohesión que hay en el vestuario, esto ayuda mucho. He hablado del deseo, que tiene que ser alto, pero la realidad te marca. No nos podemos ir sólo con unas palabras que suenen bien o transmitir que va a ser fácil. Hay que ser humilde en el trabajo de cada día".

¿Y el Sevilla? Tampoco rehuyó el vicepresidente deportivo la respuesta e incluso echó picante. "Este año va a haber derbi... Así lo dice el calendario", ironizó Serra con esa competitividad que espera con el máximo rival, al que no descartó superar a corto plazo: "Esto no tiene una respuesta fácil, pero estoy convencido de que el Betis se le va a aproximar. Éste no es el reto, que debe ser superarse a sí mismo y luchar por objetivos mayores, pero no podemos extraernos de la rivalidad con el Sevilla, tiene que ser así, el jugador tiene que saberlo. Claro que influye el dinero, pero también en la primera etapa que viene yo conocía a un Sevilla muy arriba y un Betis muy abajo, y no hubo que pasar muchos años para darle la vuelta a la tortilla. Yo creo que este ciclo está a punto de empezar". Palabra de Serra, desde la exigencia.

Confianza plena en el potencial de la plantilla bética

No sólo por el inicio liguero está satisfecho Serra Ferrer sino también por las perspectivas que vislumbra en el equipo. "Por desgracia no hemos visto todo el potencial de la plantilla. Nos faltan Boudebouz o Campbell, a los que no hemos visto aún. Si las cosas nos van como hasta ahora, sin lesiones largas, si somos fuertes como en el Villamarín, vamos a tener un rendimiento igual o mejor", dijo el balear, que se mostró satisfecho con el estilo de Setién: "Lo comparto y lo disfruto. El entrenador se tiene que adaptar a los futbolistas que tiene. En mi primera etapa, el año que subimos y quedamos terceros, teníamos un tipo de futbolista al que le venía bien jugar compacto y a la contra. Al año siguiente vinieron Finidi, Jarni o Alfonso e hicimos otro fútbol. No es que te guste un tipo de fútbol y te encierres".