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Transparencia sobre la hierba

  • El Betis aprovecha dos regalos para ganar a un Osasuna que llegó a ofrecer mejor fútbol

  • El manual de Víctor, presente: cambios defensivos, juego pobre y un equipo que no transmite nada

Transparencia sobre la hierba

Transparencia sobre la hierba

Tres puntos y un partido menos para que acabe la Liga. Con esa sensación se marchó el bético a casa cuando finalizó el encuentro ante Osasuna. Una victoria del Betis sin brillo, aprovechando dos errores garrafales de los rojillos y transmitiendo las mismas sensaciones que en otros encuentros: un equipo plano, con poco fútbol salvo algún detalle de Dani Ceballos, cambios defensivos... Y la prueba más evidente fue el silencio que hubo en el Villamarín en la segunda mitad, donde Osasuna fue mejor y si no llega a ser por su falta de eficacia y un gran Antonio Adán hubiera tenido grandes opciones de sacar un resultado positivo, ante un cuadro heliopolitano que volvió a reflejar en el campo lo mismo que transmite su entrenador en su discurso ante los medios de comunicación.

Defensa

Demasiado sufrió el Betis ante el colista, que creó muchos problemas a la zaga heliopolitana. Sobre todo en la segunda parte. En la primera, Jaime Romero encontró un filón por la zona de Durmisi y Tosca, desbordando cada vez que encaraba, Sergio León mantuvo un intenso duelo con Pezzella y Kenan Kodro fue listo y buscaba siempre las subidas de Clerc. De ahí que el hijo del que fuera delantero de la Real Sociedad, Meho Kodro, estrellara el balón en el travesaño en una jugada en la que los visitantes rozaron el empate.

Tras el descanso, los centrales béticos volvieron a sufrir. Fran Mérida buscó el hueco a la espalda de la zaga bético y Roberto Torres se encontró con un gran Antonio Adán, que evitó el gol de Osasuna. Demasiado sufrimiento para una parroquia local que en varias ocasiones llegó a pitar el fútbol y imagen de un Betis que nunca llegó a conectar con sus aficionados.

Ataque

El Betis aprovechó dos errores defensivos de Osasuna para llevarse los tres puntos y con eso le bastó. Rafa Navarro sacó rédito a una de sus primeras internadas para marcar y después fue Rubén Castro el que obtuvo provecho en una error de coordinación de la defensa rojilla para romper su mala racha ante el gol. A partir de ahí, el juego bético en ataque quedó a merced de alguna subida más del canterano de Salteras por la derecha y de Durmisi, en especial, en la segunda mitad. Sin olvidar el derroche físico de Dani Ceballos. Sin embargo, con el cambio de Rubén Castro el juego ofensivo de los verdiblancos se desconectó. A Joaquín aún le falta ritmo y chispa y Sanabria quedó arriba en solitario con la entrada, después, de Donk y Petros, apareciendo el 5-4-1 para frenar a un Osasuna que no estuvo acertado cuando llegó pese a la voluntad que puso en el encuentro.

En líneas generales, bagaje justo para que el Betis se llevara un triunfo sin transmitir nada. Con poco fútbol. Un equipo muy plano y hasta por momentos demasiado defensivo para frenar a un rival digno que pese a la falta de aptitud ofreció en muchos momentos de la segunda parte mejor fútbol que los anfitriones.

Virtudes

Ganar.

Talón de aquiles

El equipo verdiblanco no termina de enganchar con la afición por su pobre fútbol.

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