Víctor Sánchez del Amo se sentará el viernes en el banquillo del Benito Villamarín ante la Unión Deportiva Las Palmas, tras la decisión tomada ayer por los dirigentes béticos en una jornada frenética que comenzó y acabó en Madrid y pasó por Córdoba como centro de operaciones, donde incluso Gregorio Manzano y su representante, Manuel García Quilón, hicieron acto de presencia, como fue informando ayer este periódico en su edición digital.

El nombramiento de Víctor Sánchez del Amo se hizo oficial al filo de las doce y media de la noche, justo después de anunciar la destitución de Gustavo Poyet, a quien se le había comunicado la decisión horas antes.

"El Real Betis Balompié ha decidido poner fin a la etapa de Gustavo Poyet al frente del primer equipo verdiblanco. La entidad quiere agradecer muy especialmente el esfuerzo y la dedicación durante este tiempo del técnico uruguayo y de su equipo de trabajo -Maurico Taricco, Charlie Oatway y Andy Beasley- y les desea lo mejor en su futuro profesional. Lo relevará en el banquillo del Real Betis Víctor Sánchez del Amo, que dirigirá el primer entrenamiento el próximo lunes", señaló el club en un comunicado, en el que, además de indicar que la presentación también será en el inicio de la semana, se apuntaba que Marcos Álvarez continuará como preparador físico del primer equipo. Eso sí, Víctor llegará al Betis acompañado de su gente de confianza -David Dóniga, Nacho Oria y Carlos Morales fueron sus acompañantes tanto en el Deportivo como en su breve aventura del pasado verano en el Olympiacos-, aunque el club no informó ayer de si lo hará del grupo completo.

La jornada fue frenética. Las conversaciones con Víctor, que se remontan a días atrás al tratarse de uno de los primeros técnicos contactados por Miguel Torrecilla, se retomaron con una reunión en la capital de España de la que todas las partes salieron satisfechas, aunque no sería hasta horas más tarde, y tras sentarse en un hotel de Córdoba con Gregorio Manzano, cuando el club comunicó a Víctor que era el elegido. Ahí ya se puso la maquinaria en funcionamiento para preparar los documentos, con la intención de darle oficialidad al asunto cuanto antes.

Atrás quedaron los contactos más o menos formales con otros entrenadores como Míchel, Rubén Baraja, Luis García Plaza, Javi Gracia o Manuel Pellegrini, en un amplio casting en el que también se manejaron opciones foráneas que quedaron descartadas ante el requisito fundamental de que el nuevo técnico conociera el fútbol español de primera mano. Víctor, con experiencia en el Sevilla como ayudante de Míchel, ya dirigió al Deportivo en el final de la temporada 2014-15, en el que colaboró para lograr la permanencia, y el año pasado, en el que de nuevo selló la salvación, aunque con más apuros de los previstos tras una excelente primera vuelta. Los problemas dentro del vestuario deportivista dieron por finalizada su etapa en La Coruña, pese a que en enero había firmado una ampliación de contrato. El 23 de junio se anunció su fichaje por el Olympiacos griego, al que apenas dirigió dos encuentros, ya que fue destituido el 9 de agosto tras caer eliminado en la previa de la Liga de Campeones ante el Hapoel Beer Sheva.

Con la entrada de Víctor, Torrecilla trata de corregir la pieza principal del nuevo proyecto, tras la fallida etapa con Poyet. Al uruguayo se le agotó el crédito tras la derrota ante el Villarreal y tras comprobar que el ambiente se estaba enrareciendo en el vestuario. Precisamente, ésa será una de las primeras tareas para Víctor, que no sólo tendrá que imponer un estilo de juego al equipo verdiblanco sino también recuperar a jugadores que estaban llamados a ser importantes en esta temporada y que habían perdido protagonismo. Son los casos de Bruno, Dani Ceballos o el propio Rubén Castro, quien atraviesa por una de sus peores rachas goleadores desde que llegó a la entidad verdiblanca. A la espera de que el lunes se conozcan más datos, Víctor dirigirá al Betis hasta el final de temporada, aunque su contrato será ampliable en una más si clasifica al equipo entre los diez primeros.

Víctor: "La comunión entre el equipo y la afición del Betis es imprescindible"

"Llego al Real Betis con una ilusión tremenda y toda la motivación del mundo para hacer disfrutar a una de las aficiones más grandes. Y buscamos hacerlo a través de su equipo, para competir y enganchar a los béticos, que se sientan orgullosos de lo que ven en el campo. La comunión entre el equipo y la afición del Betis es imprescindible, como han demostrado los béticos en toda su historia", ha dicho en sus primeras palabras a los medios del club verdiblanco.

Sobre la dirección del equipo, Víctor tiene varios pilares: "vamos a trabajar a través de todo el desarrollo físico, técnico y táctico para tener un equipo con personalidad propia y que sea versátil, con capacidad para afrontar a todos nuestros rivales. Queremos tener un equipo inteligente, que lea los diferentes momentos que se dan en un partido y a lo largo de los diferentes partidos. No se puede pensar de una sola manera. En fútbol pasan muchas cosas y hay que afrontarlas y tener alternativas”.

En cuanto a la plantilla, el nuevo entrenador bético quiere "que todos los jugadores pongan su talento al servicio del equipo, y el cuerpo técnico será el primer ejemplo en ello".  Asegura que "todos son protagonistas e inciden en el equipo" y que él se exige "el primero".

Víctor, que en el Deportivo tuvo como compañero a Rubén Castro, habla de que en aquel Dépor lo  llamaban "Rubén el Pistolas, porque chutaba más rápido que Billy el Niño" y recuerda que tenía una "competencia feroz con Makaay, Pandiani y Tristán", por lo que no gozó de los minutos necesarios. "Para nosotros es muy importante por su veteranía y su talento", ha apostillado sobre el máximo goleador de la historia del Betis.