Real Betis

Entre Víctor y la planificación

  • La derrota en el derbi deja muy tocado el crédito del el entrenador pero también el de Miguel Torrecilla, el creador de la plantilla

  • La escasez de fondo de armario vuelve a quedar en evidencia pese a los fichajes de enero

Víctor Sánchez del Amo, junto a dos sus ayudantes, en un entrenamiento.

Víctor Sánchez del Amo, junto a dos sus ayudantes, en un entrenamiento. / antonio pizarro

Ni los primeros 45 minutos con intensidad y verticalidad sirvieron para cambiar la dinámica de los derbis de los últimos tiempos y el Betis acumuló otra derrota que llevó la resignación a la grada. Los grandes damnificados fueron el entrenador, Víctor Sánchez del Amo, que siguió sin encontrar un plan B para su equipo, y el director deportivo, Miguel Torrecilla, ante las evidentes carencias que continúa presentando la plantilla verdiblanca, pese a haber realizado dos fichajes más en el mercado invernal.

"El poderío físico ha sido clave", sentenció Víctor en la posterior conferencia de prensa, en la primera vez que dejó abierta una crítica a la planificación, aunque la intención del entrenador no sea la de generar esos debates. "Lo que tiene que importar es el balón, no la estatura", llegó a decir Torrecilla durante el pasado verano, cuando se le cuestionaba por esa deficiencia física de la plantilla verdiblanca, que finalmente se intentó resolver con el fichaje de Donk, precisamente uno de los descartes para el derbi del domingo.

Víctor se quejó de la falta de físico de su equipo, un aspecto banalizado por Torrecilla

La derrota ante el Sevilla no sólo es significativa por sí misma y lo que representa un duelo de rivalidad. Seis jornadas sin ganar acumulan los verdiblancos, con tres empates y tres derrotas, lo que ha metido de lleno a los verdiblancos en la lucha por la permanencia. El ansiado salto hacia delante para finalizar entre los diez primeros parece una quimera, ante la incapacidad que muestran los verdiblancos ahora mismo para ganar. Ante el Sevilla, además, fue la primera vez en la temporada que el Betis perdió un encuentro en el que había comenzado por delante en el marcador, otra muesca más de ese paso atrás iniciado por el equipo.

Apenas 13 puntos en doce partidos suma el Betis de Víctor Sánchez del Amo, que incluso en los dos últimos encuentros ha perdido la solidez defensiva pretendida por el entrenador. La goleada recibida en Granada y la remontada del derbi, con dos goles a balón parado, dejaron en evidencia la anunciada mejoría defensiva, otro aspecto decisivo para explicar la caída del equipo bético.

En esta serie de partidos sin lograr la victoria, a Víctor se le achaca no tener un plan alternativo al inicial. El cambio a una defensa con tres centrales y dos carrileros permitió que el Betis mejorase en la organización defensiva, pero en este 2017 se han echado en falta otros recursos cuando los partidos necesitan un revulsivo. Ante el Sevilla, como ya hiciera en el segundo tiempo de Granada, Víctor ordenó una zaga de cuatro, que tampoco sirvió para virar la dinámica.

Ante Atlético, Sporting, Valencia, Granada o Sevilla, el Betis finalizó los partidos sin inquietar a la portería rival, pese a que los resultados nunca le eran favorables, y únicamente el día del Barcelona sí contó con ocasiones para vencer, pese a que el cuadro azulgrana también le pudo remontar en los minutos finales. Esa falta de un plan alternativo también apunta al entrenador, que no encuentra la fórmula para mejorar a su equipo durante el desarrollo de los partidos, aunque tampoco cuenta con elementos en el banquillo que puedan actuar de revulsivos.

Ese aspecto repercute tanto en Víctor como en Torrecilla. Si el director deportivo realizó una deficiente planificación el pasado verano, los refuerzos invernales, en los que el entrenador también tuvo la palabra, tampoco han resuelto las carencias. El club verdiblanco decidió pagar un millón de euros por un central como Tosca y dejó sin invertir cantidad alguna en el ataque, pese a la salida de Musonda y la lesión que ya sufría Joaquín. Esta decisión de todos los técnicos para blindar el sistema con el que viene actuando Víctor ha dejado pocas opciones para ejecutar un cambio de sistema.

El ejemplo más cercano corresponde al pasado domingo. Pese a que el Sevilla ya había igualado el marcador y ejercía una clara superioridad en el juego, Víctor no movió el banquillo hasta el último cuarto de hora e incluso contó con la mala fortuna de encajar el segundo tanto justo tras el doble cambio de Jonas Martin y Álex Alegría, lo que repercutió en la escasa aportación de ambos jugadores en un partido ya claramente cuesta arriba.

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