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A decorar la temporada

  • El Betis recibe la visita del Alavés, décimo clasificado, para seguir adecentando su campeonato

  • El récord goleador de Rubén Castro, otro aliciente

Sin sentir nunca la presión de los tres peores últimos clasificados de siempre, la Liga del Betis ha sido vulgar, mediocre, anodina, corriente... Coloquen el adjetivo que deseen pero siempre lejos de esa ilusión que debe generar un equipo de fútbol que maneja el presupuesto de los verdiblancos. También se ha quedado lejos de ese compromiso adquirido por sus dirigentes, que anunciaron un Betis con más nivel que el año anterior, una cuestión que tampoco será cumplida. Con estos ingredientes, y en el primer día de Feria, llega el Alavés, precisamente el décimo clasificado de la Liga, a Heliópolis para medir el ánimo de los valientes que acudan al Benito Villamarín.

El objetivo de Víctor Sánchez del Amo, cuyo futuro no está definido por más declaraciones al respecto que realice el entrenador incluyéndose en el mismo, no es otro que adecentar los paupérrimos números del equipo. Esa decoración de la temporada es lo que le queda por delante a los verdiblancos en estos cuatro últimos encuentros del campeonato, lo que además permitiría disfrutar con otro talante de una de las fiestas grandes de la ciudad. El bético, adocenado con el paso de los años de esta última década, ya se conforma con celebrar una victoria de vez en cuando, en ese lento transcurrir de las jornadas en el que las promesas estivales se acaban quedando en nada.

Para sumar de nuevo de tres en tres, el Betis de Víctor tiene la referencia del día del Eibar, un conjunto parecido a este Alavés de Mauricio Pellegrino y que también acudió a Heliópolis con los deberes finiquitados. Aquella tarde una salida con brío, que se tradujo en un gol en el primer minuto, permitió alcanzar ese triunfo balsámico de la temporada verdiblanca y descomponer el plan de los visitantes.

Sin ese gol tempranero, el duelo se vislumbra áspero, como apuntó el propio Pellegrino, con dos equipos más preocupados de no conceder espacios al rival que de manejar la pelota. La entrada de Rubén Pardo y Joaquín por parte verdiblanca, tras salir desde el banquillo en San Mamés, debe otorgar al Betis una mayor presencia con la pelota, tanto en su inicio desde atrás, una de las responsabilidades del riojano, como en la zona ofensiva, donde el portuense ha demostrado su liderazgo en cuanto Víctor le devolvió la camiseta de titular.

En el Alavés, Pellegrino realizará rotaciones, después de dejar en casa a Marcos Llorente y Kiko Femenía, dos de las revelaciones de la temporada. A menos de un mes para la final de la Copa del Rey, esa gran alegría para los hinchas alavesistas en el retorno con los más grandes, el técnico argentino dará oportunidades a jugadores menos habituales, con la intención de que su equipo no pierda ese carácter competitivo que ha demostrado casi siempre en el campeonato. No está sobrado de calidad el cuadro vitoriano, pero con las ideas claras y sin una presión añadida, el Alavés ha cumplido su cometido en el regreso a Primera.

A la espera de comprobar si Theo Hernández, ese jugador por el que se vienen peleando Real Madrid y Barcelona y que pertenece al Atlético, sale de la partida, lo que siempre gustaría a los futboleros, un aliciente tiene como foco a Rubén Castro. A cuatro dianas de igualar el registro goleador de Hipólito Rincón con el Betis en Primera, el canario afronta estos cuatro últimos encuentros ligueros con ese reto. Pese a tener contrato en vigor para la próxima temporada, el futuro del canario no está claro, después de que en el seno de la entidad existan más partidarios de una salida que de mantener al mejor goleador de la historia verdiblanca. Titular en San Mamés, Víctor no quiso garantizar ayer su titularidad, pero su ausencia sería más inexplicable que nunca, si es que alguna vez se encontró un motivo justificado...

Pese a que la meteorología ha mejorado en las últimas horas, no se espera una afluencia masiva de béticos hoy en el Benito Villamarín, quizá un indicativo de la escasa expectación que genera este Betis en los suyos. Para algunos ahora sí es el momento de expresar la opinión sobre la temporada, aunque poca trascendencia tendrá en unos dirigentes cada vez más encerrados en sí mismos.

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