biomedicina

El CNIC, un paradigma de la investigación traslacional

  • Fuster defiende el desarrollo de proyectos mixtos que repercutan en la sociedad

Valentín Fuster dirige del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).

Valentín Fuster dirige del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). / archivo

El director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), Valentín Fuster, ha realizado un repaso por los logros obtenidos por el centro a lo largo del 2017, asegurando que el pasado año ha servido para demostrar que la investigación que realizan se está trasladando al paciente y beneficiando a la sociedad.

Asimismo, solo en 2017 se publicaron más de 250 estudios en revistas como Nature, Science, Embo Journal, Journal of the American College of Cardiology o Cell Metabolism, entre otras, si bien Fuster ha querido destacar cuatro ejemplos que, a su juicio, ilustran el retorno de los recursos invertidos en investigación en beneficio de la sociedad. Fuster ha recordado que la investigación que realiza el CNIC no sólo repercute en el cuidado de la salud de la población general, sino que, además, produce un retorno económico que posibilita que sigan invirtiendo en proyectos y, en resumen, en movilizar la economía del país.

El primero de ellos es el estudio PESA-CNIC-Santander es ya una referencia mundial en la investigación cardiovascular que, desde su inicio hace 7 años, incluye a más de 4.000 participantes y evalúa la presencia y desarrollo de la aterosclerosis subclínica gracias al empleo de técnicas de imagen innovadoras y a su asociación con diversos factores moleculares y ambientales, incluyendo los relacionados con el estilo de vida (hábitos dietéticos, actividad física, factores psicosociales y hábitos de sueño).

"Sus hallazgos están ayudando a entender la aterosclerosis en sus primeras fases y aportan información esencial para la prevención de la enfermedad cardiovascular en personas aparentemente sanas", ha apostillado.

De hecho, en 2017 diferentes subanálisis del PESA han mostrado, por ejemplo, que es posible que haga falta una reducción más eficaz del colesterol malo o LDL, incluso en aquellas personas consideradas con un riesgo óptimo; que un desayuno poco energético duplica el riesgo de lesiones ateroscleróticas; que bastan cinco indicadores de salud para predecir el riesgo cardiovascular en personas sanas; o que la ecografía 3D vascular se confirma como una herramienta clave para identificar individuos con riesgo de enfermedad cardiovascular. Otro de los logros ha sido la aprobación en Europa de la primera polipíldora para la prevención secundaria cardiovascular es fruto de la colaboración público-privada entre CNIC y la empresa farmacéutica Ferrer. Disponible en España desde enero 2015, está indicado para aquellos pacientes que han superado un evento cardiovascular y requieren un tratamiento para reducir el riesgo de un segundo incidente. El medicamento, que se comercializa con el nombre de Trinomia, incluye tres principios activos: un antiagregante plaquetario para evitar la formación de trombos, ácido acetilsalicílico, una estatina y un inhibidor de la ECA.

Del mismo modo, el convenio de colaboración entre CNIC y Philips les ha permitido contar con la más avanzada tecnología de imagen cardiovascular.

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