EL pasado martes entró en vigor en la Unión Europea la nueva regulación sobre los biocidas, que establece condiciones más estrictas para el uso de estos productos, utilizados para eliminar bacterias, gérmenes y hongos, y que se encuentran tanto en insecticidas como en muebles o lacas para el pelo.

Esta nueva normativa se aplicará a partir del 1 de septiembre de 2013 a todos los productos comercializados en la Unión que incluyan biocidas, incluso los importados, pero no afectará a los plaguicidas utilizados en la agricultura. Su objetivo es proteger la salud de los consumidores y el medio ambiente, así como facilitar el proceso de autorización de nuevos productos.

"Los biocidas son necesarios para el control de los organismos nocivos para la salud humana o animal o que causan daños a loso materiales. Sin embargo, como sus propiedades también pueden entrañar riesgos para las personas, los animales y el medio ambiente, exigen una normativa cuidadosa", señaló la Comisión Europea en una nota.

El texto revisa a fondo la Directiva de 1998 sobre biocidas, que presentaba importantes lagunas, ya que solo se centraba en las sustancias y no se extendía a los productos que puedan contenerlos, como los muebles. La nueva lista define y clasifica a los biocidas, a la vez que regula su uso, aunque los estados miembros podrán plantear excepciones "en casos muy concretos" como medida de adaptación hasta 2020. La normativa mejorará también el etiquetado de los productos que lleven biocidas, garantizará los derechos de propiedad intelectual de los creadores de nuevas sustancias y ampliará el intercambio de conocimientos.

"Está pensada para garantizar que solo se comercialicen productos seguros y que las sustancias más peligrosas queden fuera de nuestro mercado", afirmó en un comunicado el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik. Potocnik también consideró que la nueva normativa beneficia a las empresas ya que simplifica el procedimiento de autorización del uso de los biocidas.