reumatología

Mejoras a largo plazo en las enfermedades reumáticas

  • Nuevos datos sobre cómo abordar la espondilitis anquilosante y la artritis psoriásica

Participantes del último  Congreso Europeo Anual de Reumatología Eular 2017.

Participantes del último Congreso Europeo Anual de Reumatología Eular 2017. / m. g.

Las enfermedades inflamatorias debilitantes crónicas, como la espondilitis anquilosante y la artritis psoriásica han sido algunas de las protagonistas del Congreso Europeo Anual de Reumatología Eular 2017, celebrado en esta ocasión en Madrid.

Entre los estudios presentados, destacaban los nuevos datos de Novartis sobre secukinumab, cuyo nombre comercial es Cosentyx y ya lleva tres años en el mercado. Es por ello que según palabras de Juan de Dios Cañete, consultor senior de la Unidad de Artritis del Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona, "los nuevos estudios pretenden saber si en la práctica clínica se sigue observando la seguridad y eficacia de los ensayos clínicos, y lo cierto es que se mantiene".

Así, en los últimos estudios de extensión se demuestra que Cosentyx proporciona un alivio rápido y sostenido del dolor en pacientes con artritis reumática de hasta dos años, mientas que en la espondilitis anquilosante Cosentyx ha demostrado mejoras sostenidas en los signos y síntomas de la enfermedad aproximadamente en el 80% de los pacientes a los 3 años. Además Cosentyx también se usa para tratar la psoriasis moderada/grave. Secukinumab es un inhibidor de la interlequina17-A, que está especialmente relacionado con estas enfermedades articulares inflamatorias, y es el único tratamiento que se centra en esta diana terapéutica.

Es por ello que Novartis ha empezado ya un nuevo ensayo en el que piensa comparar su eficacia y seguridad con otro de los tratamientos habituales en artritis psoriásica, Humira (adalimumab). En palabras de Virginia de las Heras, responsable médica del Área de Inmunología y Dermatología de Novartis, no se espera tener resultados antes de dos años, pero "lo importante es que va a ayudar a responder preguntas respecto a la práctica clínica de la enfermedad".

Sobre el coste de estos nuevos fármacos, José Antonio Pinto, del Servicio de Reumatología del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, recordaba que "teóricamente son caros, pero esa carestía es relativa si pensamos en el impacto que supone en la invalidez y en la productividad de los pacientes". Por lo que insistía en que "el cáncer es una prioridad, la salud cardiovascular también, pero la artritis, sobre todo por la incapacidad que provoca, también debe serlo".

Cabe recordar que la artritis psoriásica y la espondilitis anquilosante son dos de las enfermedades inflamatorias de las articulaciones más comunes y afectan a muchas partes del cuerpo. En el primer caso, las zonas más afectadas son la piel y las uñas, las articulaciones y tendones, además de los pies y las mano, donde se produce psoriasis, aparece dolor y rigidez articular o la inflamación dolorosa y persistente de los tendones. De hecho se calcula que hasta el 60% de las personas con artritis psoriásica sufren daño irreversible y deformaciones permanentes.

En el segundo caso, se trata de una enfermedad que afecta al 1% de la población, pero que es especialmente dramática porque aparece sobre todo en torno a los 25 años, en zonas como la médula espinal, la pelvis y el cuello, por lo que es especialmente discapacitante.

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