Salud y Bienestar

Preparar desde la consulta de anestesia alza la seguridad

  • El desarrollo de los fármacos y la figura del médico anestesista han mejorado con los años la intervención pediátrica

Una de las principales preocupaciones de los padres cuando van a intervenir a su hijo de apenas semanas de vida es como responderá el pequeño cuerpo a la anestesia. En este sentido, José Manuel Pérez, anestesiólogo del Hospital Materno Infantil Virgen del Rocío explica que "ha avanzado mucho la seguridad a la hora de anestesiar a los menores porque los fármacos suministrados tienen menos consecuencias sobre las funciones vitales que los de antaño, y su expulsión es más rápida, el niño operado despierta antes".

En el procedimiento descrito por el doctor Pérez, primero, se valora y prepara al paciente desde la consulta de anestesia; segundo, antes de la intervención se equipa la mesa de operaciones con almohadillas que protegen las zonas corporales del niño recostado, y mantas que combatan la hipotermia. Según el anestesiólogo, "el menor pierde mas temperatura corporal a diferencia del adulto, tiene menos madurez celular para metabolizar los fármacos, y más agua en el organismo por lo que la proporción de fluidos corporales también es distinta al del adulto".

Una vez en quirófano al pequeño se le anestesia por inducción, es decir, se le duerme. Este efecto se consigue con anestésicos que inhalan y oxígeno puro que rápidamente producen sueño en forma suave y placentera. Además, "el suministro de analgésicos intravenosos eliminan el dolor durante la cirugía", manifiesta el doctor Pérez.

Terminada la intervención quirúrgica la analgesia postoperatoria es continua, por lo que , "los menores no experimentan sensación dolorosa. Los padres suelen estar intranquilos o temen que sus hijos sufran pero con los fármacos los pequeños no se enteran de nada".

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