Suele decirse eso de que un vaso de vino al día es saludable. La ingesta de alcohol, al contrario de lo que pasa con el tabaco, se sigue viendo como algo aceptable en la sociedad e incluso se incentiva la misma. Si bien muchas de las campañas para un consumo moderado se centran en adolescentes o en evitar que se beba si se va a conducir, lo cierto es que es necesario reforzar el mensaje de que el alcohol tiene consecuencias siempre y de que, en general, el consumo en adultos también es mayor de lo deseado.

Según el reciente estudio sobre percepción y conocimiento del Alcoholismo en España, elaborado por Lundbeck, con la colaboración de Socidrogalcohol, uno de cada cuatro andaluces de 18 a 65 años (26,5%) realiza un consumo de alcohol considerado de riesgo. El 11,2% de los encuestados consumía alcohol cuatro o más veces a la semana y el 14,8% afirmaba hacerlo de dos a tres veces semanales. A pesar de estas cifras, el 71,5% de los bebedores andaluces calificaba su consumo de alcohol como bajo o muy bajo y el 27,5% como moderado. Tan sólo el 1% cree que su consumo de alcohol es alto. Esto se debe en parte a que , el 38,4% de los andaluces piensa que el alcohol puede tener efectos beneficiosos para la salud, siempre que el consumo sea moderado, mientras que el 57,7% de la población andaluza que realiza un consumo de alcohol de riesgo no se ha preocupado nunca por la cantidad de alcohol que ingiere. Tal y como relata el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), Julio Bobes, "se bebe pensando que es lo normal, e incluso lo recomendado y eso no es cierto". De hecho, se estima que un consumo problemático es beber más de cuatro o cinco unidades de bebida estándar a la semana (algo así como cuatro copas de vino o cuatro cañas de cervezas), "por lo que una copa de vino al día por costumbre, ya se consideraría un consumo de riesgo".

Los expertos califican como "de riesgo" beber más de cuatro cervezas a la semana

En este sentido, desde la SEP "lo que pretendemos es informar que de no se deben sobrepasar las dosis recomendadas y sobre todo las dosis abusivas, ya que existe el riesgo de generar no solo dependencia al alcohol, sino también de otras enfermedades relacionadas con la salud mental, ya que por ejemplo el riesgo a padecer depresión es mayor cuando se consume por encima de lo recomendable".

La primera idea que transmite Pedro Seijo, psiquiatra experto en adicciones en Cádiz y miembro de la junta directiva de la sociedad científica Socidrogalcohol, es que "el alcohol es una sustancia que afecta a todo el organismo, fundamentalmente al hígado, al corazón, al sistema nervioso periférico y al sistema nervioso central.

También está asociado en muchas ocasiones con trastornos de ansiedad y con trastornos de depresión y también provoca alteraciones de conductas, estando detrás de comportamientos agresivos".

Su consumo preocupa especialmente "en la franja de edad en torno a los 30 a 40 años, que es cuando su consumo está más generalizado y cuando más problemas médicos aparecen".

Es por ello que la información y desmontar falsos mitos en torno al consumo de alcohol, para cambiar su banalización y aceptación social, resulta fundamental en materia de prevención y eucación para la salud.