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30 años conviviendo con el VIH

  • El sida ha pasado de ser una enfermedad mortal a una patología crónica

  • La mejora de la calidad de vida, el freno al estigma y la situación económica son los retos en pacientes ancianos

Activistas de distintas organizaciones civiles forman un lazo rojo con velas durante el Día Mundial del Sida.

Activistas de distintas organizaciones civiles forman un lazo rojo con velas durante el Día Mundial del Sida. / archivo

La mejora en el tratamiento con medicamentos antirretrovirales ha permitido un aumento tanto en la esperanza como en la calidad de vida de los pacientes con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que ha pasado de ser una enfermedad mortal a corto plazo a una enfermedad crónica.

Al convivir muchos años con la infección, a estos pacientes se les conoce con el término científico de supervivientes de largo plazo, ya que llevan dos e incluso tres décadas conviviendo con el VIH, pese a que se les dijo que morirían jóvenes.

Clínicamente, el reto es cuidar la calidad tanto como se vigila la carga viral Las personas afectadas padecen antes problemas asociados a la edad

Al vivir muchos años, aparecen nuevos retos que deben abordarse. Una jornada celebrada la semana pasada en Barcelona, organizada por el Grupo de trabajo sobre tratamientos del VIH (gTt-VIH) los ha repasado. El más destacado es que se requiere un abordaje integral y multidisciplinar de los pacientes con VIH de más edad: además de centrarse en el control de la carga viral, debe tenerse cuidado en la calidad de vida.

En este ámbito, además de la calidad de vida, entran en juego otros aspectos tan importantes como la salud emocional, el estigma y la discriminación o los problemas económicos.

"Los objetivos de ONUsida, el programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida, se centran en que el 90% de las personas con VIH estén diagnosticadas, que el 90% de las diagnosticadas tengan tratamientos y que el 90% de los que están en tratamiento tengan una carga viral indetectable. Se trata de un objetivo planteado hace años para 2020, con la idea de que la enfermedad esté erradicada en 2030. Pero creo que hay ir un poco más allá y lograr que el 90% de las personas con carga viral indetectable tengan una buena calidad de vida", recalca Miguel Vázquez, presidente de gTt-VIH.

Esta ONG puso en marcha el año pasado, coincidiendo con su 20 aniversario, un estudio descriptivo -tanto cualitativo, con entrevistas personas, como cuantitativo por internet- para reunir todas las características biopsicosociales de este grupo de pacientes de 45 años o más. Otro objetivo importante era poder detectar sus expectativas personales y así como sus necesidades no cubiertas en la atención social y también en la atención sanitaria.

Entre los aspectos médicos se destaca que los pacientes con VIH tienen antes muchos procesos de salud relacionados con la edad. Por ejemplo, las personas con sida tienen dos veces más probabilidades de tener cáncer y ocho veces más de enfermedad crónica en el hígado. También aumenta el riesgo de fracturas óseas, fallo renal, enfermedad cardiovascular y problemas de salud mental.

Por este motivo, se recalca que es imprescindible un cambio del modelo asistencial de los pacientes con VIH, especialmente de los más mayores: es necesario que profesionales y servicios sanitarios sean capaces de afrontar el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de las comorbilidades.

Además, es necesario prevenir de forma activa que aparezcan estas comorbilidades. Y, en caso de que estén presentes, los profesionales sanitarios deberán manejar estas enfermedades para paliar los efectos que puedan producir sobre la salud de los pacientes.

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