"Cada vez hay más evaluaciones en el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero su metología no es siempre la mejor", advierte Javier Soto, autor del libro Evaluación económica de medicamentos y tecnologías sanitarias: principios, métodos y aplicaciones en política sanitaria. En línea con otros ponentes de una jornada sobre el tema celebrada esta semana en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, el jefe del departamento de Farmacoeconomía y Resultados en Salud de Pfizer España subraya que "el criterio de coste-efectividad es cada vez más relevante para tomar decisiones en el mundo sanitario".

En ese encuentro sobre Evaluación económica y Red Europea de Evaluación de Tecnología Sanitaria: presente y futuro, el subdirector general de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad, Carlos Lens, reconoció las competencias autonómicas en la materia, aunque defendió una coordinación estatal. "Una pluralidad de evaluaciones no contribuye a la salud pública", apostilló.

Lens admitió que hay una "demanda para no dilatar la entrada de nuevos medicamentos por la repetición de evaluaciones", y constató que "en los últimos diez años cada vez nos estamos tomando más tiempo" en esa labor. Pero recordó que "Europa se ha dado un modelo de redes de expertos", que las Agencias Nacionales europeas trabajan de esa forma, y que "el modelo español va en ese sentido" a través de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones. Asumiendo que "las comunidades sean parte de la decisión", Lens señaló que el reto es "dar entrada antes" a los nuevos fármacos y tecnologías. En ese sentido, planteó la posibilidad de abrir un "proceso de oficio de autorización y financiación", de modo que "ya tengamos un documento básico" cuando se inicie el trámite formal de aprobación.

El funcionario ministerial subrayó que "España es el país más generoso en financiación de medicamentos y productos sanitarios", y consideró "lícito preguntarse si me dejan algo más" aparte del impacto en la salud, como la contribución a la investigación o al producto interior bruto. Y apuntó tres criterios para la financiación: coste-efectividad, impacto presupuestario y contribución al PIB español.

Joaquín Arenas, director del Instituto de Salud Carlos III, estimó "imprescindible un proceso de priorización que, lleve a decisiones basadas en la mejor evidencia disponible".