Salud y Bienestar

Los expertos animan a vigilar la alimentación en la tercera edad

  • Un estudio describe importantes tasas de malnutrición, de un 20 a un 70%, en personas mayores hospitalizadas, dependientes o ingresadas en residencias

En los últimos 15 años se ha llevado a cabo un número considerable de estudios para evaluar el estado nutricional de la población anciana española. La asociación entre el estado nutricional y el aumento de la morbimortalidad ha propiciado que se preste una mayor atención a los aspectos asociados a la malnutrición en este grupo población.

En esta línea un grupo de profesionales del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y del Hospital Universitario de Bellvitge, han publicado una revisión de estudios para realizar una aproximación al estado nutricional de los ancianos. Según sus conclusiones, la mayor tasa de prevalencia de desnutrición se ha obtenido entre los ancianos hospitalizados, seguidos por los institucionalizados y, por último, los que vivían en la comunidad.

El ámbito donde se realiza el estudio es un factor determinante a tener en cuenta. Según el estudio, publicado recientemente en Medicina Clínica, la población anciana que vive en la comunidad presenta los menores índices de malnutrición y, por norma general, goza de una mejor salud global y de una mayor capacidad funcional. Por el contrario, los ancianos institucionalizados suelen tener cierto grado de discapacidad y dependencia, y en ellos las tasas de desnutrición son más s elevadas (entre un 20% y un 70%).

En términos generales, la mayor parte de los datos revisados muestran consumos por debajo de las recomendaciones establecidas tanto en calorías como en nutrientes, especialmente en vitamina D, vitaminas del grupo B, cinc y ácido fólico .

como las mayores tasas de malnutrición se dan en la gente que está hospitalizada, el motivo de ingreso es un factor condicionante. "Entre los ancianos hospitalizados se ha observado que el diagnóstico de ingreso hospitalario es un factor predictivo de riesgo de desnutrición. Ingresos por fracturas óseas, problemas de deglución, enfermedades respiratorias crónicas o la presencia de úlceras por presión se asocian con índices superiores de desnutrición", señalan los autores. Asimismo, entre los pacientes ancianos diagnosticados de enfermedad de Alzheimer, la malnutrición, especialmente asociada a la pérdida de peso a expensas de masa muscular, es un importante factor predictivo de mortalidad.

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