Los cuarenta días del diluvio universal, o los que estuvieron Moisés y Elías en la montaña, o también el tiempo que Jesús estuvo ayunando en el desierto antes de su vida pública, son un preámbulo de la cuaresma que comienza hoy. Un símbolo de este tiempo es la clásica imagen de María vestida de hebrea, tal y como se encuentra la Virgen de los Ángeles, de autor anónimo del siglo XVII, en su altar de cultos de su capilla.
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