El Palquillo

Una marcha familiar

  • 'Soleá dame la mano', que cumple un siglo, fue compuesta por Manuel Font de Anta, registrada por su hermano José e instrumentada por su padre Manuel

'Soleá dame la mano' cumple un siglo

Soleá dame la mano cumple un siglo de su estreno en el patio del Asilo de San Fernando. "En el patio del Asilo de San Fernando se verificó ayer tarde el ensayo general de las marchas fúnebres que interpretará en la Semana Santa la banda municipal de música. Entre dichas composiciones destaca, por el delicado gusto e inspiración que denota, una titulada Soleá dame la mano, original del joven y notable compositor Manuel Font y de Anta". El Noticiero Sevillano publicó esta noticia el 2 de marzo 1918. Es la prueba fehaciente del siglo que cumple esta marcha cofradiera que nació en la cárcel del Pópulo, situada en el actual Mercado del Arenal.

La saeta de un preso inspiró su composición: “Soleá dame la mano, por las rejas de la cárcel, que tengo muchos hermanos, huérfanos de padre y madre. Eres la Esperanza nuestra, estrella de la mañana, luz del cielo y de la tierra, honra grande de Triana”. Estos versos cantados en la mañana de un Viernes Santo a la Esperanza de Triana fueron el punto de partida para Manuel Font de Anta concibiera la centenaria marcha, que está dedicada “a los desgraciados presos de la cárcel de Sevilla, que al cantarle 'saetas' a la Virgen en Semana Santa, me hicieron concebir esta marcha”.

Francisco Javier Gutiérrez Juan, director de la banda municipal de Sevilla, es uno de los responsables de que la composición haya resistido el paso del tiempo. Él descubrió que un error de la editorial hizo que la partitura tuviera un compás de más. “El cambio hace que brille más”, afirma Gutiérrez. Pone a Soleá dame la mano como ejemplo de la Semana Santa al opinar que “es probablemente una de las composiciones de la que los sevillanos debemos estar más orgullosos”. Y va más allá al compararla con marchas de compositores clásicos. “Es infinitamente mejor que las marchas para bandas de Beethoven o las de viento de Mozart”.

La valiente equiparación la basa en que “tiene mejores recursos musicalmente”. Y pone a Stravinsky como muestra. El célebre compositor ruso visitó la Semana Santa en 1921 y viendo la Virgen del Refugio en la Puerta de la Carne afirmó con sorpresa 1921 “estoy escuchando lo que veo y viendo lo que escucho”. Esa visita, curiosamente, se intercala entre el estreno y el registro de la obra, puesto que Soleá dame la mano fue inscrita el 14 de junio de 1922 a las 12:40.

Ese trámite burocrático esconde una pequeña anécdota, pues fue José Font de Anta, hermano de Manuel, el que realizó el registro porque se iba a editar en Madrid para su difusión y venta como partitura de bandas y de piano. José firmó como compositor y cambió hábilmente la fecha de estreno al 27 de marzo de 1922, retrasando así oficialmente el centenario que se cumple en cuaresma. La participación familiar en el proceso de la banda se completa con la instrumentación de la misma por parte de Manuel Font Fernández, padre de Manuel y José y director de la banda municipal desde 1895 a 1932.

El éxito de Soleá dame la mano es, paradójicamente, reciente. “Hace 30 años casi ninguna banda podía tocarla por falta de nivel técnico”, revela Gutiérrez, que alaba el momento actual de las muchas formaciones musicales existentes en la provincia de Sevilla. Pero también les da un consejo para tocarla: “la clave no está en la melodía, sino el movimiento de los acompañamientos”. Ahí cree el director guillenero que está la mejora para hacerlo como la interpretan sus músicos, a los que elogia porque consiguen los “miles de detalles como un manto de palio” que tiene la marcha.

La dimensión pública que da la Semana Santa a las marchas ha sido crucial para su conocimiento, pero Gutiérrez recuerda que “andando no se hace igual de bien que sentado en un teatro”. Ahí, opina él, brilla al máximo la estructura clásica (exposición, trío y reexposición) con innovaciones que hizo Font de Anta, al cataloga de “genio” y “adelantado a su tiempo”. Por ello, opina que “los compositores actuales lo tienen muy difícil porque tienen que competir con la historia”. No obstante, el “ejército de bandas que hay tras la municipal” asegura que la mayoría de composiciones se interpreten con calidad. Esas bandas tienen esta próxima Semana Santa la oportunidad de homenajear a la familia Font de Anta interpretando una marcha centenaria.

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