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El Cristo del Museo emprende su proceso de conservación en el IAPH

  • La imagen llegó al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico el martes donde se elaborará un dictamen sobre las tareas de mantenimiento que precise la talla.

El Cristo del Museo, una de las imágenes más representativas de la Semana Santa de Sevilla y que se inspira en un dibujo de Miguel Angel, está siendo estudiado por los técnicos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) que elaborarán el dictamen sobre las tareas de conservación que precise la talla.

Según ha informado el IAPH, la imagen del crucificado de la Expiración de la Hermandad del Museo llegó el martes al IAPH para ser analizada y realizarle estudios previos que establezcan con exactitud cuál es su estado de conservación y, a partir de esa información, redactar el proyecto de conservación y decidir posibles intervenciones.

Con carácter previo se ha sometido a estudios con técnica no destructiva LIF (Fluorescencia Inducida por Láser) que evita extraer muestras que puedan dañar la obra al tiempo que permite identificar la presencia de repintes, huellas de restauraciones anteriores (se sabe que fue intervenida en 1985, 1988, 1990, 1991 y 2008), uso de materiales extraños en superficie, contaminantes e incluso el ataque biológico de microalgas y hongos.

El proyecto se enmarca en un convenio de colaboración entre la Consejería de Cultura y Deporte a través del IAPH y la Hermandad del Museo que, además, incluye actuaciones en materia de conservación preventiva de la capilla del Museo, documentación de bienes patrimoniales, transferencia y difusión.

El Cristo de la Expiración es una escultura inspirada directamente en el crucificado que dibujó Miguel Angel hacia 1540 para su amiga y destacada figura del Renacimiento italiano Vittoria Colonna, y que más tarde grabó Giulio Bonasone.

De estética manierista, supone un avance hacia el realismo en la representación del momento en que exhala el último aliento en la cruz, a la cual está sujeto mediante tres clavos.

Es una obra ligera realizada en pasta policromada encargada en 1575, con fines de culto y procesión, por la Hermandad de la Virgen de las Aguas e Inspiración de Cristo al escultor Marcos Cabrera, y su policromía es, posiblemente, del pintor imaginero Juan Díaz.

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