Antonio Martín Macías falleció en la noche del sábado en Sevilla a los 78 años de edad. Histórico cofrade de la hermandad del Silencio, era viudo y tenía una hija. Martín Macías era doctor en Historia del Arte, ejerció la docencia durante muchos años en el colegio IFAR de Sevilla, y fue hermano mayor de la corporación de la Madrugada entre 1992 y 1996.

Una de las personas que mejor le conocían en la hermandad, el actual secretario primero y catedrático de Historia de la Universidad de Sevilla, Manuel García Fernández, lamentaba ayer profundamente su muerte y hablaba de la importancia que tuvo en la cofradía de la Madrugada: "Se ha ido la memoria histórica de la hermandad. Nadie como él la conocía mejor. Era un hombre muy querido, educado, muy correcto, austero, muy humilde. Fue el último hermano mayor de un estilo de cofradía que se fue".

Martín Macías realizó su tesis doctoral sobre la figura de Francisco de Ocampo y escribió muchos otros libros sobre la historia de las hermandades y del Silencio en particular. El amor por su cofradía del Silencio lo heredó de su padre, Antonio Martín de la Torres, de quien también heredó la tarea de ordenar el vasto archivo de la corporación.

Siendo hermano mayor se acometió la gran obra en la capilla de Jesús Nazareno, como recuerda la placa que se colocó en la iglesia; y a él se debe la iniciativa de colocar una placa sobre el rótulo de la calle Tomás Pérez, situada en el Cerro del Águila, para explicar quién era. Precisamente, el 27 de febrero iba a participar junto a Manuel García en una mesa redonda sobre quien fue hermano mayor del Silencio durante 40 años. También fue uno de los promotores de la rotulación de la antigua calle General Moscardó como El Silencio, siendo el autor de la leyenda explicativa del azulejo que se colocó.

Antes de ser hermano mayor ocupó otros cargos, como el de secretario y diputado mayor de gobierno.

La misa de córpore insepulto se celebró ayer. Las cenizas serán depositadas hoy en el columbario de la Real Iglesia de San Antonio Abad.