Las hermandades y las autoridades comenzarán a dar forma al dispositivo de la próxima Madrugada en la reunión que mantendrán esta tarde en la Subdelegación del Gobierno. Allí están citados los hermanos mayores y diputados mayores de gobierno para analizar los recorridos y ver los problemas que pudieran surgir. Una puesta en común que debe servir para mejorar la coordinación para que no vuelvan a suceder los lamentables acontecimientos del año pasado.

Esta reunión se encuadra dentro de la ronda de contactos que las autoridades están llevando a cabo con el Consejo de Cofradías. El pasado día 17 el delegado del Gobierno, Antonio Sanz, la subdelegada del Gobierno, Felisa Panadero, y el jefe superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Francisco Perea, recibieron a los delegados de día del Consejo. Cada uno de ellos fue exponiendo los principales problemas de las jornadas. Ahora, se trata de organizar la Madrugada para que no haya ningún inconveniente, como explicó a este periódico Manuel Nieto, delegado de la jornada y vicepresidente del Consejo: "Se trata de ir preparando la Semana Santa. Ellos están muy sensibilizados con la seguridad y no quieren que se repita lo del año pasado".

El Ayuntamiento, por su parte, ya ha anunciado que no escatimará medios de ningún tipo para garantizar el normal discurrir de la Semana Santa, poniendo especial énfasis en la Madrugada. Para evitar nuevos incidentes se va a trabajar con las hermandades para conocer cuáles son los puntos negros o las zonas que requieren más atención por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Finalmente, pese a lo anunciado por el Consejo de Cofradías desde después de la pasada Semana Santa, la Madrugada de este año será muy parecida a la de 2015. El anhelado arreglo global se ha quedado en unos leves retoques. Todavía quedan algunos flecos para cerrar definitivamente los itinerarios y horarios. La calle Daoíz era el centro de todas las miradas porque por ahí debían alargar sus recorrido el Silencio y los Gitanos para evitar sus cruces con la Macarena. Finalmente será sólo la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla la que discurra por ahí. La dificultad del Silencio para pasar radica en la altura del palio de la Virgen de la Concepción. La hermandad pedirá que se rebaje el piso de la calle y que se retiren unos hierros de unos balcones para poder tener más espacios y poder pasar sin problemas. Por su parte, los Gitanos ha declinado pasar debido a la anchura de los candelabros de cola del paso de la Virgen de las Angustias. La hermandad bajará por Javier Lasso de la Vega y llegará al Duque por Amor de Dios, San Miguel y Trajano.