La Policía Nacional está investigando un robo cometido la madrugada de ayer en la parroquia de San Bernardo, de donde fueron sustraídos dos copones. Los ladrones forzaron la puerta del sagrario y se llevaron ambas piezas de plata bañada en oro. El robo se produjo mientras el Cristo de la Salud se encontraba colocado en la posición para el besapié que se celebró ayer. El crucificado no presentaba ningún daño ni signos de que hubiera sido tocado o movido por los autores del robo. Sin embargo, las sagradas formas que guardaban los copones aparecieron esparcidas por el suelo.

Los hechos ocurrieron después de la una de la madrugada de ayer. Sobre esa hora se marcharon los hermanos de San Bernardo que habían estado preparando el besapié del Cristo. La parroquia quedó cerrada y el robo no fue descubierto hasta las ocho de la mañana, cuando llegó el párroco. La Policía Científica estuvo ayer por la mañana en la iglesia para tomar muestras y huellas con las que poder identificar a los autores del robo, según explicó ayer una portavoz del Cuerpo Nacional de Policía.

Sólo presentaba daños el sagrario, ya que los ladrones forzaron la cerradura para acceder a los copones, que contenían la Sagrada Forma. El sagrario fue reparado en la misma mañana de ayer por el restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla, que se desplazó hasta el templo para comprobar que el Cristo de la Salud no había sufrido ningún acto vandálico ni daños por parte de los autores del robo. Los copones también han sido ya reemplazados por otros.

El hermano mayor de San Bernardo, José María Lobo, indicó a este periódico que los dos copones desaparecidos no son los más valiosos que había en la parroquia. "Son antiguos, pero tienen más valor sentimental que artístico. Pensamos que se trata de un acto aislado más que de algo religioso, puesto que los ladrones podrían haber ido a por el Cristo y no lo tocaron. Había más piezas en el sagrario, incluso algunas figuras de marfil de Duque Cornejo, que tampoco sustrajeron", expuso el hermano mayor de la cofradía del Miércoles Santo.

La hermandad ya ha presentado la pertinente denuncia ante la Policía, que también está investigando la manera en la que entraron los ladrones en el templo, puesto que no había ninguna puerta forzada.