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50 años para rematar la basílica

  • Los arquitectos Balbontín y Delgado-Roig no dejaron perfilada en 1965 la decoración del templo

  • Desde entonces se han realizado diversas actuaciones

En busca de un templo menos frío y más acogedor. La Basílica del Gran Poder, construida entre 1960 y 1965, quedó inconclusa en su parte ornamental, aunque son muchos los que afirman, a falta de planos o diseños que lo corroboren, que la intención de los arquitectos Alberto Balbontín y Antonio Delgado-Roig era precisamente esa: no decorar demasiado la nueva capilla que acogería al Señor de Sevilla para que éste fuera el único foco y el centro de las miradas. Los arquitectos apenas proyectaron una embocadura de mármol para cobijar al Señor, aunque se encargó finalmente un retablo a Manuel Guzmán Bejarano a semejanza del de la capilla de San Lorenzo. Son muchas las acusaciones que la hermandad ha realizado en todos estos años en el templo, unas para mejorar su funcionalidad, otras para mitigar su aparente frialdad. Con el concurso de ideas fallado recientemente, se pretende abordar en un futuro un proyecto completo para rematar definitivamente la basílica.

Las características del solar determinaron la forma circular de la nueva capilla del Señor

El hermano mayor, Félix Ríos, lo explicaba así el pasado miércoles cuando fueron presentadas las dos ideas premiadas en el concurso de ideas, la de Alt-Q-Arquitectura, que dota a la basílica de una nueva piel de madera; y la de José Ramón Sierra, que acerca al Señor a los fieles y propicia un mejor diálogo: "La hermandad ha acometido a lo largo de los años diversas actuaciones, pero nunca se había planteado una actuación integral en el templo y cuando se celebró el 50 aniversario vimos la oportunidad idónea para convocar este concurso y afrontar esta actuación completa".

La basílica está condicionada desde su construcción por su forma circular. Los arquitectos optaron por esta opción debido a las peculiares características del solar, muy irregular, como asegura Joaquín Delgado-Roig, hijo de unos de los arquitectos: "Ellos pensaron entonces en hacer una planta circular y se inspiraron en el Panteón de Agripa, que conocían muy bien porque estuvieron mucho tiempo en Roma formándose".

El artista Ricardo Suárez se detiene en la intención que tuvieron los autores a la hora de concebir la basílica y explica su gran carga simbólica: "Ellos sabían muy bien lo que querían hacer. El Panteón es el lugar de encuentro de todos los dioses. Consideraron la construcción teniendo en cuenta que iba a albergar al Gran Poder, con todo lo que significa el Señor. El círculo es, además, la imagen perfecta de la representación de Dios".

La primera modificación sufrida, así al menos lo explica Delgado-Roig, fue el retablo, algo que no gustó al arquitecto. Posteriormente se siguió configurando el templo. Una de las actuaciones previstas por los arquitectos era un vía crucis al fresco realizado por Juan Miguel Sánchez, aunque nunca se llegó a hacer. En 1996, la hermandad sustituyó las antiguas 14 cruces por unas pinturas realizadas por Antonio Agudo. Cuatro años antes, en 1992, se realizan reformas en las instalaciones.

En 1996 se quitaron las 14 cruces del vía crucis y se instalaron las pinturas de Agudo

En el año 2001 los hermanos aprobaron una actuación para crear unos pasillos laterales que permitieran a los fieles y devotos el acceso al camarín sin perturbar las celebraciones religiosas. En el año 2008 se realizan nuevas obras, adecuándose el camarín para la mejor conservación de la imagen del Señor, dotándolo también con un telón para protegerlo del fuego. También se puso una plataforma para el acceso de los discapacitados. Además, se dotó a la basílica de un columbario y una nueva balconada en el coro para acoger el órgano barroco del XVIII donado a la hermandad.

A partir del concurso de ideas ahora celebrado, la hermandad quiere desarrollar un proyecto que remate la basílica.

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