Los augurios meteorológicos  para el arranque de esta Semana Santa parecen cumplirse. Tras una jornada como la de ayer, de temperatura totalmente primaveral, hoy las nubes irán apareciendo según avance el día, siendo mayor su presencia a última hora. Así lo anuncia la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que prevé que este Domingo de Ramos transcurra sin ningún riesgo de precipitaciones.

Esta predicción cambiará a partir de mañana, Lunes Santo. Será por la noche cuando un frente poco activo –con mayor predominio en el norte peninsular– llegue a las provincias occidentales de Andalucía. Si bien mañana las posibilidades de precipitaciones se mantienen en un 30%, el Martes Santo alcanzarán ya un  45%. Según la AEMET, esta jornada, junto con la del Viernes Santo, son las que presenta un mayor riesgo de lluvia. Aunque tanto en una como en otra la probabilidad es pequeña, según los meteorólogos “podrían generarse algún chubasco disperso” que obligue a una cofradía a quedarse encerrada o a tener que buscar refugio en algún templo.

Mientras, el Miércoles y el Jueves Santo sólo tienen un riego de precipitaciones que oscila entre el 30% y el 25%. El Viernes Santo la probabilidad es ya de un 40%, pero los pronósticos con tantos días de antelación carecen de la fiabilidad de las jornadas anteriores.

Lo que está claro es que los modelos meteorológicos están cambiando por día, por lo que es difícil augurar un pronóstico con un porcentaje importante de seguridad. No obstante, según la AEMET, si la lluvia aparece, lo hará del Martes Santo en adelante, y de forma ocasional.

Las temperaturas máximas sufrirán un leve descenso a partir de esta noche, notándose principalmente en las mínimas, donde la bajada será mayor. El mercurio oscilará entre los 8 grados previstos para el Jueves Santo y los 23 de mañana.

Por su parte, la web norteamericana weather.com es más optimista en sus predicciones. El riesgo de lluvia durante la Semana Santa es casi inexistente, sólo de un 10% todos los días, excepto en el caso del Jueves y el Viernes Santo, donde la aparición del agua alcanza un 40%, vaticinio que no deja de ser pequeño.

Como ya informó ayer Diario de Sevilla, la inestabilidad que pudiera surgir a partir del Martes Santo vendría provocada por un embolsamiento de las capas frías de la atmósfera, que generaría los cambios anunciados.