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Pregón 2012

Un pregón fiel al guión

  • Ignacio Pérez Franco pronuncia un extenso pregón muy baratillero, basado en la fe, la caridad y la esperanza.

Alrededor de las once de la mañana el teatro de la Maestranza comenzaba a aglutinar a numerosos cofrades y autoridades dispuestos a escuchar el pregón del abogado Ignacio Pérez Franco. Nada más aparecer en el escenario, los asistentes recibían con una gran ovación al pregonero, acompañado del alcalde, Juan Ignacio Zoido; el delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano; el arzobispo, Juan José Asenjo; y demás autoridades civiles y religiosas, en lo que era el primer pregón para los ediles populares al frente del Ayuntamiento.

Y se notó en una larga presentación del delegado de fiestas en la que defendió a la Semana Santa de sus detractores. Una vez acabada la marcha Caridad Coronada, del recientemente fallecido Manuel Cabalgante, y Amarguras, de Font de Anta, Gregorio Serrano sentenciaba que “la ciudad habla en Semana Santa” y seguía con la descripción cofradiera del elegido para sucederlo en el atril, como “trianero del Arenal”.

Sobre las doce y media comenzaba su disección y anuncio de la Semana Santa de Sevilla de 2012. Con un inicio en verso, Pérez Franco recordaba la larga espera que supone durante todo el año la llegada de la Cuaresma y la Pascua para un sevillano. Continuó entrelazando prosa y verso haciendo una defensa acérrima de los valores cristianos y católicos que deben fundamentar las estaciones de penitencia. “Y es que Sevilla, sin Dios, no se entendería. Sevilla, sin fe, sería una ciudad sin alma”. Además alabó la “catequesis plástica” de las cofradías en la calle y recordó que “no salimos a la calle para que nos vean”. Tampoco ha querido dejar en el tintero la reciente muerte del Peregil.

Lejos de abordar en temas polémicos, sí quiso llamar la atención a las administraciones para que eviten el uso de vallas para controlar la bulla que años anteriores se ha colcado en lugares estratégicos y que tantos problemas de movilidad han causado: “Es imposible ponerle vallas al campo”. Continuó el texto por los barrios tras un leve nombramiento a las hermandades de vísperas, para adentrarse en Triana y en las dos Esperanzas, donde arrancó los aplausos más efusivos. El punto y final a uno de los pregones más largos que se recuerdan lo puso con su hermandad del Baratillo.

Tras su extensa alocución, el pregonero se mostraba satisfecho y exhausto, con voz entrecortada y ronca. “Me he sorprendido de lo tranquilo que estaba”. También ha querido hacer referencia a las dos horas y quince minutos que ha durado su lectura diciendo que “si no hubiera recortado, hubiese terminado a las cuatro de la tarde”. “La más sacrificada ha sido el Baratillo”.

El alcalde Juan Ignacio Zoido ha destacado la fe, caridad y esperanza que vertebraban el pregón de Pérez Franco, aunque también ha dicho que “ha sido largo en tiempo pero corto para los que estamos aquí”. Entre los asistentes había opiniones de todas clases pero muy extendida la valoración de la gran calidad literaria y de su extensión.

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