La Audiencia de Sevilla ha absuelto a un hombre de 45 años, para quien el fiscal pidió diez años de cárcel por la supuesta violación de su hija, por la falta de credibilidad y las contradicciones en la acusación que presentaron la propia víctima y su madre y ex esposa del procesado.

La Sección Tercera de la Audiencia asegura en una sentencia que la propia denunciante, que supuestamente sufrió los abusos a los 14 años, "incurre en constantes contradicciones que, por su importancia, debilitan la credibilidad de sus manifestaciones".

Así, la joven dijo a la juez instructora que fue violada "durante siete u ocho meses", en el juicio dijo que durante "un año o seis meses" y a los psicólogos les dijo que "por lo menos un año y medio o dos".

Por estos hechos, el fiscal pidió para el acusado J.V.M., de 45 años, diez años de cárcel y el pago de 30.000 euros de indemnización.

El acusado, residente en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), se encontraba separado de su esposa desde 1999 pero ocasionalmente volvía al domicilio conyugal, con consentimiento de su ex esposa, como así ocurrió entre 2004 y 2005 con motivo de haber sufrido una lesión.

La joven denunció que el acusado había aprovechando las ausencias de su madre para violarla en reiteradas ocasiones, pero la sentencia dice que la declaración de la víctima "no reviste las garantías exigidas" para emitir una condena, más aún ante la falta de otras pruebas periféricas.

Además, la declaración de la madre en el juicio agrava aún más esa falta de credibilidad, según los jueces, pues la gravedad de los hechos y el largo periodo de tiempo en que supuestamente se produjeron "debieron haber puesto en guardia a la madre, familiares, profesores, amigos y otras personas relacionadas con la menor".

Según los psicólogos del Equipo de Investigación de Casos de Abuso Sexual (EICAS), la madre mantenía "una actitud ambivalente hacia la sospecha de abuso", en la que además llegó a culpar a su hija de provocar las violaciones y "haberle robado a su marido".

Junto a ello, la menor se contradijo sobre la fecha de los abusos, pues en su primera declaración dijo que "empezaron a primeros de 2004" y luego declaró a la instructora que comenzaron en mayo de 2003, y sobre el número de penetraciones primero dijo que fueron "a diario", luego que "ocho o nueve veces" y finalmente al EICAS le manifestó que "todas las noches y todas las mañanas"