Sevilla

"África es el extremo de lo que ocurre en Europa"

  • El sacerdote sevillano Moisés Herves cuenta su experiencia de misiones en las que vivió en una "pobreza extrema"

En los tiempos en los que el mundo te pide otra cosa, "te pide que te diviertas y que lo importante es una noche de botellón, el Señor me llamó a una dimensión más grande de la vida", explica el padre Moisés Herves, un sevillano que partió a Portugal con sólo tres años de edad y que recientemente ha sido ordenado sacerdote en Lisboa. A pesar de su juventud, 29 años, Moisés ya ha pasado dos años de su vida de misiones en Angola.

Moisés recibió la llamada de Dios con sólo 13 años en las jornadas mundiales de la juventud que ofreció el Papa Juan Pablo II en Denver (Estados Unidos). El padre ha estado de misiones dos años en Angola, en una ciudad "superpoblada, puesto que después de 30 años de guerra la gente huyó del campo y ahora se aglutinan en las metrópolis". En una de sus dos misiones en el país africano, el padre estuvo integrado en un nuevo proyecto compuesto por una familia angoleña que "habían dejado lo poco que tenían para dar catequesis con otro cura venezolano y conmigo", cuenta el padre que explica que en esa misión vivió en "una pobreza extrema, el suministro eléctrico sólo funciona de seis a ocho de la tarde".

El padre resume que el único problema de Angola es que se ha intentado crear una "sociedad sin Dios, en la que sólo importa lo material y donde todo se mueve para encontrar la riqueza" y añade que la crisis económica es consecuencia de "la avaricia, la comodidad y el deseo de bienestar económico del hombre en esta sociedad individualista, África es sólo el extremo de lo que está ocurriendo en Europa".

Moisés explica que la situación en Angola es consecuencia de 30 años de destrucción que han acabado rompiendo a las familias, y "una vez consumido este núcleo, se acaba malogrando la sociedad". Las personas que ha sufrido la guerra de Angola están deseando encontrar a Dios, y tener una esperanza y luz para sus vidas, que es necesaria para salir del deseo de venganza que tienen en sus corazones por todo lo que han pasado, explica el padre. "He visto a hombres y mujeres esclavos de la injusticia y con el sólo deseo de vivir para tomarse la justicia por su mano", lamenta el padre Moisés, que añade que "es este deseo de venganza es lo que no les permite salir de la pobreza en la que viven". El sacerdote, que en sus misiones estuvo catequizando a niños, soldados, prostitutas, etcétera, lamenta que "la pobreza extrema conduce a que las personas pierdan la dignidad".

El padre Moisés aclara que él no ha hecho mucho por Angola, sino que ha recibido mucho de este país, donde ha descubierto "cómo Dios arranca a las personas del sinsentido de la vida y les da una naturaleza nueva". Herves comienza ahora una nueva etapa de su vida en una parroquia en Peniche, un pueblo pesquero de Portugal.

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