DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

calle rioja

"Aguanta un poco más y no mires atrás"

  • Hermandad. Diez grupos amenizaron con música el maratón, lleno de atuendos divertidos, de gestos solidarios y cruces rituales como un ensayo de costaleros al paso por la Alameda

Los corredores pasan por donde estuvo la Pasarela, junto a la estatua del Cid Campeador.

Los corredores pasan por donde estuvo la Pasarela, junto a la estatua del Cid Campeador. / fotos: josé ángel garcía

La escocesa no es muy alta. Se sube a uno de los bolardos de la Alameda, en permanente deconstrucción, y mueve una pequeña bandera de Escocia con el lema Go Neil Go. Neil es un amigo que corre el maratón de Sevilla. No debe ser el destinatario de uno de los que alientan: "Venga, churrita, miarma". Será un costalero salmantino que está haciendo un máster de sevillanía.

La letra viene como anillo olímpico al dedo: "... pero aguanta un poco más y no mires atrás". Es de una de las canciones del grupo Conejo, uno de los diez conjuntos musicales que amenizan el recorrido. Es su quinto maratón. Ganaron el primero (con la música). Luis Campos es el cantante; Juanjo, el bajista; Alfonso y Joaquín, las guitarras; Laureano, con la batería. Es inevitable pensar en la novela de John Updike: ¡Corre, Conejo!

Pineda de Cigüela es un pueblo de Cuenca que según el Instituto Nacional de Estadística tiene 69 habitantes. Uno de cada 23 ha venido a correr el maratón de Sevilla. Son al menos las camisetas con ese topónimo que han llegado hasta la meta. Se habrán entrenado corriendo por su pueblo y los limítrofes: Carrascosa del Campo, Torrejoncillo del Rey, Huete y Los Valdecolmenas.

Es una carrera divertida y solidaria. Con momentos muy emotivos. Un padre lleva a su hijo en un soporte con el nombre Carros de Fuego; algunas parejas de lazarillo con corredor ciego unidos por una cuerda. Parece que pensaba en ellos San Mateo en la lectura del día: "A quien te fuerza a caminar una milla, acompáñalo dos". El maratón de Sevilla es una vuelta lúdica a España: Reinosa, Almendralejo, Talavera la Real, Quintanar de la Orden, Redondela, Almendralejo. No podían faltar los Pretorianos de Tomares ni los bikilas de Umbrete.

Parecen nórdicas y han reconocido a su amigo a la altura del Corral de Esquivel. Where are you from? Rubias, pero sevillanas, como la Cruzcampo. Se vuelve para saludarlas su hombre en la carrera. Se llama Sergio Moraleda, forjado en pruebas de triatlón. Algunos equipos de atletismo parecen en su nomenclatura grupos musicales: Los Lentos, Los Galgos, Los Mojamas, Los Jartibles.

Pepe Quero o Guillermo el Negro lo ven en primera fila. En el palco de autoridades del bar La Norte. Las estatuas parecen un podio: Chicuelo, Caracol, Pastora. Una camiseta pone Jamaica, pero Usain Bolt corre a cámara lenta. Otra pregona los verbos de la trilogía del atleta: Nada, Rueda, Corre. El estigma de Leonardo. La maldición por no saber volar. Volaron los africanos.

Justo por el kilómetro 40, en la Alameda donde muchos domingos queda para correr con sus amigos, pasa Manuel Marchena. Su maratón número 26. Enfrente, por la esquina del Corto Maltés, hay ensayo de costaleros. Son de Montesión. Mezcla de dorsales y costales. A ésta es.

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