Ha sido el más fiel barómetro a un año de mandato. La procesión del Corpus de este jueves sirvió de muestra para comprobar si el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, sigue despertando la misma euforia que hace casi 12 meses, cuando a los pocos días de tomar posesión como primer edil hispalense recibió un baño de masas en el Corpus de 2011.

Si hubiera que poner una nota, el regidor hispalense aprobaría, aunque no con la calificación del año pasado. Zoido recibió bastantes saludos, quizá más de los esperados teniendo en cuenta que no ha podido llevar a cabo algunos proyectos con la celeridad prometida y la polémica por otros que ha planteado, como la Operación Talento.

El público siguió mostrándole su apoyo, más evidente en algunas zonas que en otras, como en la Avenida, donde a cada instante le estrechaban la mano, o en la Plaza del Salvador (con petición de fotos) y hasta en Cerrajería, donde Anselma -la propietaria del conocido local trianero- le lanzó un post-it desde un balcón con su teléfono para que el alcalde "no se olvidara de llamarla". Pero estas muestras de cariño fueron menores que las del año pasado. La mesura volvió a la procesión y los militares se llevaron el mayor aluvión de palmas. Todo un clásico.

En el cortejo municipal participaron los 20 ediles del PP, 4 del PSOE y 7 diputados provinciales (incluido el ex alcalde de Mairena del Aljarafe, Antonio Conde, con sus poco protocolarias gafas de sol). La comitiva tuvo que ser interrumpida en Alemanes para una emergencia sanitaria. El balcón premiado de Casa Rodríguez logró la unanimidad de Espadas y Zoido a la hora de los elogios.