El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, dio a conocer este lunes los nombramientos y traslados de los sacerdotes de la Archidiócesis para el próximo curso pastoral. El prelado, que cambiará de secretario tras el verano, ha dado un nuevo destino a más de sesenta curas, nombra un nuevo vicario para la Nueva Evangelización y cambia a los responsables de las delegaciones diocesanas de Vida Consagrada, Patrimonio Cultural y Peregrinaciones.

Tras permanecer junto a monseñor Asenjo prácticamente desde que llegó a Sevilla, Borja Núñez Delgado dejará de ser el secretario particular del arzobispo en septiembre. Esta tarea ha sido encomendada a Francisco José Fernández García. Borja Núñez pasará a ejercer de párroco en Ntra. Sra. del Buen Aire, en Triana.

El arzobispo ha designado a Óscar Díaz Malaver vicario episcopal para la Nueva Evangelización en sustitución de Adrián Sanabria. Además, Díaz Malaver asumirá las competencias de la delegación diocesana de Catequesis, cargo hasta ahora desempeñado por Manuel Sánchez Sánchez. Monseñor Asenjo ha cambiado a los responsables de otras tres delegaciones. La de Vida Consagrada pasa a depender de José Ángel Martín Domínguez, quien también tendrá competencias de vicario episcopal para la Vida Consagrada. El nuevo responsable de Patrimonio Cultural será Antonio Rodríguez Babío, que tomará el relevo del jesuita Fernando García Gutiérrez. El canónigo Manuel Soria Campos, hasta hace unos años delegado diocesano para Hermandades y Cofradías, se encargará de la delegación de Peregrinaciones, ahora dirigida por Miguel Ángel Bernal Rodríguez. Asenjo también ha designado a Gumersindo Melo González director de la casa sacerdotal Santa Clara y director del departamento de Pastoral del Sordo.

Entre los nombramientos realizados en las parroquias, destacan los de Pedro Benítez como párroco de San Gil; Miguel Ángel Núñez (San Nicolás y Santa María la Blanca), Juan Jesús García (San Leandro), Antonio Rodríguez (Ascensión); o Adrián Sanabria (Ntra. Sra. de los Ángeles y Santa Ángela). Manuel Mateo ha sido designado párroco emérito de San Nicolás y Santa María la Blanca.

Serán dos los sacerdotes que ampliarán sus estudios: Miguel Ángel Bernal (Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma) y José María Goyarrola (Dogmática en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid).