La ciudad celebró el comienzo de la jornada del Viernes de Dolores con un atasco circulatorio general en las principales vías urbanas y con importantes retenciones en la red de carreteras de acceso, que se prolongaron hasta primera hora de la tarde. El Ayuntamiento de Sevilla había anunciado que ayer daría comienzo el plan especial de tráfico para la Semana Santa, con la restricción de acceso a los vehículos a las zonas céntricas de la ciudad, aunque finalmente la Policía Local sólo intervino de forma puntual para regular la circulación.

La SE-30 fue el escenario de los principales atascos de la jornada. Hasta 14 kilómetros de retenciones se registraron en el entorno del nudo de la Gota de Leche en dirección a la ronda urbana norte y Madrid entre las 11:45 y las 14:43. También en la autovía de circunvalación se registraron colas similares junto al Puente Reina Sofía sentido Huelva. Atascos de casi tres horas en ambos sentido que se produjeron al filo de que comenzara de manera oficial la operación salida de Tráfico para la Semana Santa. También en la A-4, la A-49 y la A-92, en todos casos sentido Sevilla, se produjeron atascos menores a esa hora. Aunque la Dirección General de Tráfico no la señaló como causa de las retenciones, dos camiones chocaron en el Puente del Quinto Centenario pasadas las once de la mañana y provocaron la interrupción de la circulación. A las ocho de la tarde, Tráfico informó de que no se habían producido hasta esa hora accidentes mortales en la provincia de Sevilla.

La situación circulatoria no fue menos desesperante para los miles de conductores que quedaron atrapados en las principales arterias urbanas. Vías como el Paseo de Colón, la Ronda Histórica, calle Resolana o la Avenida de la Palmera sufrieron especialmente el colapso de mediodía.

Mientras, en las zonas de paso de las hermandades del casco antiguo de la ciudad se ultimaban los preparativos para la inminente Semana Santa. Pese a que el plan de tráfico estaba teóricamente en vigor y con él la prohibición a los ciclistas de circular en las zonas peatonales del centro de la ciudad, las bicicletas seguían transitando sin impedimentos. Aunque la infraestructura de la Carrera Oficial y el abundante público que paseaba por el centro ya fueron suficiente inconveniente para las bicicletas. También riesgo para los peatones. Y sin gran problema accedían los vehículos al casco antiguo por doquier: sólo en Santa Catalina los agentes desviaban el tráfico que pretendía acceder por Almirante Apodaca y en lugares como el Paseo de Colón regulaban el denso tráfico. También técnicos municipales retiraban ayer los peligrosos separadores del carril bus.