Dicen que las dos grandes alegrías del dueño de un barco son cuando lo compra y cuando lo vende. Y es que pese a la proliferación de títulos de navegación, poseer un barco, explica Marga Lama, de la empresa Sun Sails, es algo muy costoso "por los seguros, el atraque, el mantenimiento...". Si a eso añadimos la escasez de plazas en los puertos deportivos andaluces, se entiende, añade Marga, que el alquiler de barcos se haya "puesto de moda".

Sun Sails es una de las empresas que se dedica a alquilar las embarcaciones, de motor y de vela, con y sin patrón. En el segundo caso, se requiere que el cliente tenga un título homologado, aunque también se le requiere cierta experiencia.

Un velero medio de unos 10 ó 12 metros, con capacidad para unas ocho personas, sin patrón, cuesta, explica Marga, unos 500 ó 600 euros al día y algo menos de 3.000 a la semana. "Los barcos de motor que se alquilan suelen ser pequeños, para ir a pescar. Para travesías más largas son mucho más caros, incluso quintuplican el precio, porque tienen menos habitabilidad. Un yate grande puede costar hasta 15.000 euros al día. Y luego está el combustible, que va aparte, y que en el barco de vela es muy poco y en el de motor, muchísimo, incluso 2.000 euros por día".

Alquilar un velero con patrón cuesta 150 euros adicionales, explica Marga, más la manutención y, si se quiere intimidad, el alojamiento en un hotel. En el caso de las familias con niños y sin experiencia, afirma Víctor Mayoral, patrón con Sun Sails y con su propia empresa, Hobby Boat, siempre prefieren que se queden a dormir en el barco "por si barrea o hay problemas. Las parejas prefieran estar solas...".

No es fácil, reconoce Víctor, convivir a veces hasta 20 días en un espacio tan reducido, aunque reconoce que él ha sacado "más de un amigo" de estas experiencias. De hecho, añade, muchos clientes repiten "hasta que tienen la suficiente experiencia y entonces alquilan barcos sin patrón".

Buena parte de los que alquilan barcos "son gente que se han sacado el título pero no tienen suficiente experiencia, como el que saca el carné de conducir, o no conocen bien la zona, dónde fondear, las corrientes...". Él suele enseñarles su área de influencia, la costa del Algarve: "Fondeamos siempre en la isla de Culatra y luego en puertos como Vilamoura, Albufeira o Lagos, de donde no pasamos".

También es posible, añade Marga, organizar viajes a otras zonas, "como las Baleares o las islas griegas, que se han puesto de moda y el alquiler es incluso más barato que aquí". Desde subidas por el río Guadalquivir para empresarios o despedidas de solteros a alquilar barcos para regatas durante el verano en la zona de Cádiz y Huelva, pasando por alquileres en días prefijados a lo largo del año "de aficionados que quieren navegar pero sólo en determinados días y les sale más barato que comprarse un barco".

Incluso se pueden organizar viajes a lugares exóticos, alquilando embarcaciones completas o sólo camarotes, aunque de esto se ocupan agencias de mayor tamaño y radicadas en Madrid o Barcelona, como Aproache.

La seguridad debe ser una máxima en estas aventuras náuticas, que gustan especialmente a los niños, afirma Víctor. "En el mar, si tienes un problema no es como la carretera, que llamas y vienen a ayudarte. Es más complicado. Y a veces la gente entra en pánico y quieren volver rápido a costa, aunque sea más peligroso. Hemos pasado momentos difíciles, pero nada grave, gracias a Dios".