Un parque central de 1929 y una plantilla que se queda corta. El Sindicato Profesional de Bomberos arranca hoy una serie de movilizaciones de protesta contra el Ayuntamiento de Sevilla, al que acusan de incumplir repetidamente sus promesas. Los bomberos celebrarán hoy una asamblea en el Parque Central, en San Bernardo, y continuarán realizando un acto de protesta cada semana para denunciar los incumplimientos del gobierno local.

Los profesionales del servicio de extinción de incendios aseguran que quedan sin cubrir 114 vacantes. El secretario general del SPB en Sevilla, Juan Carlos Bernabé, explicó que, a lo largo de estos tres años de mandato, los trabajadores "han esperado pacientemente a que el Ayuntamiento cumpla los acuerdos que están firmados desde el año 2005 y 2007, así como acuerdos recientes que afectan directamente al funcionamiento del servicio como el aumento de bomberos en las guardias".

Entre los acuerdos incumplidos, según el sindicato, figuran el arreglo y adecuación del parque central, aspecto pactado en 2005 porque las condiciones de estas instalaciones son "inaceptables e inhabitables" y el asunto sigue pendiente pese a que tres veces ha contado con dotación presupuestaria. En cuanto al plan de empleo acordado en 2007, "está terminado el proceso de selección e, inexplicablemente, no se concluye", mientras el servicio municipal de salvamento y extinción de incendios sufre "114 vacantes de los años 2006, 2007, 2008 y 2009".

"La carencia de personal que existe se pone de manifiesto cada vez que hay un siniestro de envergadura, como por ejemplo, el reciente en el asilo Aurora y pese a todo no se convocan las oposiciones", señaló el sindicato. Igualmente, el SPB advirtió del "incumplimiento" de la subida de los mínimos de guardia, extremo al que se comprometió el concejal de Convivencia y Seguridad, Alfonso Mir (PSOE), después del siniestro del pasado mes de septiembre en Triana, donde murió una persona.

Los bomberos denuncian que sólo existan dos vehículos de rescate en altura, "con más de 20 años y que se averían continuamente cuando el servicio de extinción tiene un presupuesto de un millón de euros anuales". De ahí que los representantes sindicales se pregunten "hacia dónde se desvía el dinero que es tan necesario para este servicio". "Ya no valen palabras, queremos hechos", expuso Bernabé.