El arzobispo de Canterbury lo consagró obispo anglicano de Madrid en 1995. Carlos López Lozano (Madrid, 1962) vino a Sevilla para ver los dos templos de su comunidad en la calle Relator y San Juan de Aznalfarache. Es obispo asistente de Gibraltar.

-¿Dónde ejerce?

Las damas de compañía de Victoria Eugenia iban a nuestra iglesia y la reina pagó el órgano de la catedral"

-En la Catedral anglicana de Madrid, edificio neogótico del siglo XIX diseñado por el arquitecto Juan Madrazo, casado con una señora inglesa. El proyecto lo completaron Jaime Repullés y Segarra, autor del primer proyecto de la Almudena, y Juan Cabrera Latorre, arquitecto que hizo el teatro Falla de Cádiz.

-¿La Almudena hace sombra?

-Inicialmente surge como mausoleo de María de las Mercedes. La esposa de Alfonso XII murió sin hijos y no podían enterrarla en el Panteón Real del Escorial. Juan Pablo II la consagra como catedral católica-romana.

-¿Se hacen competencia?

-Madrir era una villa manchega que dependía del arzobispo de Toledo desde hacía trescientos años. En 1870 se crea la Iglesia Reformada Española y el Vaticano tardó tres años en crear la archidiócesis de Madrid.

-¿Primer obispo anglicano?

-Juan Bautista Cabrera Ivars, un alicantino que se salió de los escolapios y se exilió a Gibraltar. El detonante para que se salieran muchos sacerdotes católicos fue el dogma de la infalibilidad papal del Concilio Vaticano II. Cabrera fue rector de la parroquia de la calle Relator antes de Madrid. Era un templo antiguo que compramos en 1870 y se consagra en 1871.

-¿Más iglesias en Sevilla?

-Llegamos a tener tres parroquias anglicanas. Las otras dos, la iglesia de la Ascensión de la plaza del Museo y la actual capilla de los Marineros de la que sale la Esperanza de Triana, que compramos en subasta pública, nos las quitó el franquismo. El cardenal Segura presionó sobre el consulado británico.

-¿La de Relator resistió?

-Porque vivía el pastor dentro. Fue muy célebre la acción de un grupo de carlistas, que apenas había en Andalucía, encabezados por Fal Conde, que la quemaron con la gente dentro.

-Los tiempos han cambiado...

-En el AVE a Sevilla coincidí con Amigo Vallejo, una persona maravillosa que asistió al Sínodo que celebramos en Sevilla. No somos una iglesia jerárquica ni piramidal. Nuestra autoridad es el Sínodo cada dos años.

-¿Cuántos fieles en España?

-Cinco mil españoles y treinta mil británicos que dependen de la diócesis de Gibraltar, que tiene capillas por toda la costa mediterránea, en Benalmádena o Sotogrande, hasta Barcelona.

-¿Algún inglés relevante?

-La reina Victoria Eugenia tuvo que convertirse al catolicismo al casarse con Alfonso XIII. Sus damas de compañía eran feligresas de nuestra iglesia y ella contrató al último organero de Madrid para que con mecanismos importados de Francia construyera dos órganos, uno pequeño para el Palacio Real, otro para la Catedral, pero con una sola factura de Palacio.

-¿Hay que saber inglés?

-No necesariamente. Son iglesias locales que van desde Canadá a Australia. En Nigeria hay 27 millones de comulgantes anglicanos, más que en Inglaterra.

-El sevillano Nicolas Wiseman fue arzobispo de Westminster.

-Hubo familias inglesas de católicos expatriados. El caso opuesto fue Blanco White, que perdió la fe catolica y se hizo anglicano.

-¿Fue el más conocido?

-Están también Cipriano de Valera, Casiodoro de Reina y Antonio del Corro, frailes de San Isidoro del Campo. El tío del último era inquisidor y les dio el chivatazo. Fueron a Ginebra, no les gustó el ambiente y en Londres formaron una comunidad de anglicanos españoles.

-¿Perdieron los anglicanos la guerra?

-Tres presbíteros fueron fusilados. El más conocido fue Atilano Coco, por quien intentó interceder su amigo Unamuno.

-Celebran los 150 años...

-Nacemos con la Gloriosa, que fue fundamental. Cuando Prim llega a Algeciras en 1868, Cabrera coge un barco en Gibraltar para ir a verlo.

-¿Le gusta la Semana Santa?

-La Macarena se fundó en el convento de San Basilio.

-¿Recuperarán las iglesias?

-El franquismo nos expropió 26 iglesias y catorce escuelas. Hablé con un diputado y me dijo que si el Estado tuviera que compensar a los damnificados por el franquismo entraba en bancarrota. Sólo se compensó a los sindicatos con el patrimonio.