Sevilla

Capillita de San José: La última llamada

  • Los miembros de la asociación que promueven la restauración advierten que el deterioro de las pinturas es ya casi irreversible.

La Capillita de San José necesita una restauración urgente para que no se pierdan para siempre buena parte de sus tesoros artísticos, como son sus pinturas murales. La asociación cultural que abandera la intervención en la iglesia barroca hace un nuevo llamamiento a la ciudadanía y las administraciones públicas para que se involucren en una empresa que ya no puede esperar más. Quieren dirigirse a la nueva corporación municipal y a la renovada consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, así como a su presidenta, Susana Díaz, para impulsar la restauración de un templo que fue levantado gracias a la iniciativa popular. El proyecto de restauración integral redactado por la empresa Ágora cuenta con un presupuesto superior a los 1,4 millones de euros, una cantidad totalmente inasumible para ellos pese a que están organizando diversas actividades para obtener fondos con los que acometer esta importante empresa.

"Llevamos recaudados apenas 5.000 euros. Hemos hablado con varias instituciones, pero de momento no hemos tenido suerte", explica Juan Carlos Hernández, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y vicepresidente de la asociación que promueve la restauración de la iglesia. El estado de conservación estructural del edificio es óptimo debido a unos trabajos recientes en las cubiertas y fachadas, aunque no se puede decir lo mismo de su frágil interior ni de sus bienes muebles, que en sus casi 300 años de historia han sufrido daños importantes debido a filtraciones de agua o a los efectos de los dos incendios que ha padecido, especialmente el ocurrido en 1931, que causó graves quemaduras en las valiosas pinturas murales, retablos y revestimientos decorativos.

"La idea que tenemos es comenzar la intervención en una de las zonas más afectadas, como es uno de los lunetos de la bóveda que está en un estado muy precario para que se pueda observar el antes y el después", señala Juan Aguilar, autor del proyecto de restauración. La nave de la epístola es la que se encuentra más afectada porque es donde se inició el incendio en 1931. El daño ocasionado en la capa pictórica fue permanente, a pesar de que se restauró y se repintó, aunque no se llegó a estabilizar: "Eso provoca que cualquier movimiento conlleve un desprendimiento de pintura. Todos los días se barre pintura que ha caído al suelo. Hay zonas en las que el 40% ya se ha perdido. En otras hablamos del 20% o el 30%, pero llegará un día en el que se pierdan para siempre". Una vez que se retiren los repintes, se limpie y se consoliden las pinturas, se podrá observar toda su riqueza oculta y recuperará su luminosidad y el color.

A diferencia de lo que ocurre con otros templos, la Capillita de San José no forma parte del patrimonio de la Iglesia. Fue levantada por el gremio de los carpinteros. "Por eso tiene un estilo raro. Más que arquitectónico, responde a un diseño retablístico, es como una especie de conglomerado de las aportaciones de cada uno de los hermanos", puntualiza Juan Carlos Hernández. Cuando el gremio de los carpinteros se disuelve, le ceden el edificio a los Capuchinos, una comunidad de frailes mendicantes que dedican todo el dinero de las limosnas a la caridad. "Ni siquiera pueden pedir para la iglesia. La capilla está declarada Bien de Interés Cultural desde 1912 y los poderes públicos tienen que ser responsables para que este patrimonio no se pierda para siempre. Supone una riqueza cultural y económica para la ciudad. Cuanto mejor conservada esté, más turistas habrá que conllevarán más ingresos. El patrimonio de la ciudad no está valorado por las autoridades. El Ayuntamiento, la Junta y el Estado tienen que asumir su responsabilidad", advierten los miembros de la asociación.

La restauración se llevaría a cabo por fases, siendo lo más importante y urgente actuar en las pinturas murales, y no implicaría el cierre del templo, se actuaría de la misma manera que se está haciendo en Santa María la Blanca. Al igual que sucedió cuando se levantó, hay muchos vecinos y ciudadanos que se han implicado en la recuperación de la decoración y los bienes muebles de esta joya del barroco sevillano. "La ciudad aportó dinero o madera, cada uno lo que pudo, para su construcción. Los artistas también intervinieron de manera gratuita. Ahora, la ciudad también está por salvarla. Cada uno dando lo que puede, pero mucha gente está aportando. Hay una historia muy bonita de una vecina que no pudo impedir el incendio de 1931 y ahora uno de sus nietos ha dado dinero para la restauración".

Por su céntrica ubicación, son muchos los sevillanos y turistas que visitan a diario la Capillita de San José para disfrutar de sus excepcionales obras de arte: "Aquí se resume la cultura de Sevilla. Sería el no va más cuando se hizo en el siglo XVIII. Es la capilla más sevillana y se levantó por iniciativa privada". Ahora, como en el siglo XVIII, hay muchos sevillanos luchando para salvar las joyas que guarda esta iglesia que inspiró a Pérez Reverte en su novela La Piel del Tambor. La restauración conlleva también proyectos de difusión en la Historia del Arte y en la metodología de intervención. En un futuro, una vez remozada, se pondría en marcha un programa de visitas guiadas y el templo se incorporaría a un circuito sobre la Sevilla Barroca.

Todas las personas que quieran colaborar en las tareas de restauración de la Capillita de San José pueden informarse en la página web creada por la asociación: www.restauracioncapillasanjose.es. Ahí encontrarán un número de cuenta en el que hacer sus donativos, además de poder informarse del proyecto o la historia del templo.

"Tras Santa Catalina, lo más importante a intervenir es la Capillita de San José", concluyen.

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