El portavoz del gobierno municipal de Sevilla, Emilio Carrillo, ha asegurado, ante la huelga convocada en los autobuses de Tussam para mañana viernes y toda la Feria, que no pueden "admitir que los ciudadanos sean utilizados a modo de chantaje" ante unas reivindicaciones de este colectivo que "no son justas".

Tras reunirse hoy la Junta de Gobierno Local, el portavoz del gobierno y concejal de Urbanismo ha dicho que al ejecutivo municipal le corresponde "velar por los intereses generales a corto, medio y largo plazo", y mantiene y mantendrá una "posición absolutamente firme" ante el conflicto surgido por dicha convocatoria de huelga.

En rueda de prensa, Carrillo (PSOE) ha advertido de que, por velar por el interés general, muchos sevillanos se verán mañana, en el primer día de paro de los autobuses municipales, ineludiblemente afectados en su vida cotidiana, por lo cual ya les pidió disculpas.

Ha recalcado que, a su vez, éstos "deben entender que el gobierno de la ciudad no puede admitir que ellos, los ciudadanos, sean utilizados como moneda de cambio, a modo de chantaje, presionando" con unas reivindicaciones sindicales que "no son justas, pues sería ir en contra del interés general" si atendieran esas demandas.

"Vamos a aguantar el envite", ha afirmado el concejal socialista, que ha dicho que esperan que la ciudadanía "entienda la posición de firmeza que mantiene y va a mantener el gobierno" y que tienen "la esperanza" de que la plantilla de los autobuses urbanos reflexione.

Según Carrillo, tienen "constancia de que estas movilizaciones realmente no cuentan con el apoyo de la mayoría de los trabajadores" de Tussam, y ha confiado en el "sentido de la responsabilidad" de éstos, pues en su mayoría "entienden que no es de recibo que periódicamente se acuda siempre a este chantaje y a esta amenaza permanente al Ayuntamiento con ocasión de las fiestas mayores".

Ha recordado que esto ocurre constantemente con "reivindicaciones más o menos entendibles", aunque ha opinado que en este caso "no son nada entendibles", al reclamar, entre otras cosas, los sindicatos el archivo de los expedientes a ocho conductores de Tussam a los que se les imputan daños en vehículos en la huelga del año pasado, pese a que judicialmente el caso se ha archivado por falta de pruebas.

Representantes del comité de huelga han defendido, por su parte, que no pueden consentir que "se les falte al respeto", han criticado que "se está jugando con la presunción de inocencia" de los trabajadores acusados y esperan que "se encuentre a los culpables verdaderos".

Los servicios mínimos en la huelga serán de un autobús por cada línea, lo que supone un tiempo de espera aproximado de una hora, que es el tiempo que tarda un autobús en dar la vuelta entera a su recorrido, aunque en las horas punta funcionará el 25 por ciento de la flota asignada a cada línea.