Sevilla

Los okupas de Casas Viejas dicen "no tener miedo" a la denuncia del delegado del Gobierno

  • Los activistas achacan al "típico juego de denuncias cruzadas" la reacción de López Garzón, que les ha denunciado por injurias a la Policía.

El colectivo de ocupas que hasta el pasado mes de noviembre desarrollaban su labor en el Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas' alegaron hoy jueves "no tener ningún miedo" a la denuncia interpuesta por el delegado de Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, por las presuntas injurias y calumnias que éstos cometieron al acusar a los efectivos de Policía Nacional y Bomberos que participaron en el desalojo de maltratarlos y vejarlos.

Uno de los portavoces del colectivo, Ricardo, indicó a Europa Press que, a juicio de los ocupas, la acción legal emprendida por López Garzón es achacable al "típico juego de denuncias cruzadas", en respuesta a las acciones judiciales de la agrupación, que presentó tres denuncias por detención ilegal y otra contra dos policías por un posible delito de lesiones.

"Lo que Agustín e Iván --los dos ocupas desalojados del zulo-- declararon al día siguiente de salir es totalmente cierto, y lo que vamos a hacer es dejar que todo siga su curso y esperando que la justicia haga su trabajo", expuso, atribuyendo a una "medida de presión" la acción de la Delegación de Gobierno en Andalucía.

Incluso, señaló Ricardo, los ocupas se habían dirigido al gabinete del delegado de Gobierno andaluz para solicitarle una entrevista en la que, además, estuvieran presentes todo tipo de movimientos sociales. "Esperábamos diálogo y nuestra sorpresa es encontrarnos con esto", lamentó.   

La Fiscalía de Sevilla, por otro lado, ha abierto diligencias contra los ocupas desalojados, según confirmaron a Europa Press fuentes del Ministerio Público, según la denuncia, con un texto acompañado de documentos audiovisuales en los que se recogen las manifestaciones vertidas por los ocupas en rueda de prensa al finalizar el encierro.

El suceso se remonta al pasado 29 de noviembre, cuando más de 60 agentes de la Policía Nacional cercaron el recinto y asaltaron las instalaciones derribando a su paso todas las defensas habilitadas por el colectivo de ocupas, que habían preparado una "resistencia pacífica" anclando a cuatro de sus miembros al suelo de la primera planta y a dos de ellos a los muros de un zulo construido tras un túnel de cuatro metros de profundidad.

Dentro del zulo, que estaba incluso protegido por una puerta "blindada", los 'ocupas' habían instalado un sistema de ventilación mecánica para permitir la supervivencia de Iván y Agustín, que resultaron ser los fundadores de 'Casas Viejas' y que fueron desalojados tras 36 horas de resistencia.

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