La Audiencia de Sevilla ha condenado a 29 años de cárcel a un joven de 23 años que violó y mató a su vecina de 78 años tras consumir numerosas drogas en una fiesta, por lo que el imputado asegura no recordar nada hasta que se despertó al día siguiente manchado de sangre.

Fuentes del caso han informado de que la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia ha sido notificada al acusado Borja Benítez Ocaña en la cárcel de Sevilla y le ha impuesto un total de 29 años de prisión por delitos de asesinato, violación y allanamiento de morada.

El acusado dijo a los jueces que en la noche del 6 de junio de 2010 consumió abundante alcohol y diferentes tipos de drogas de síntesis en una fiesta juvenil en el Estadio Olímpico de Sevilla, por lo que no recuerda nada de lo sucedido hasta que al día siguiente se despertó en su cama y se vio manchado de sangre.

Entonces avisó a su padre y a un amigo, a quienes dijo que "tenía la sensación de que había ocurrido algo grave".

En su derecho a la última palabra, Borja pidió disculpas a la familia de la fallecida y aseguró que su máxima condena es no poder recordar lo sucedido.

El joven ha sido condenado por abordar a su vecina I.G.L., de 78 años, a la que se encontró en la escalera de su bloque en el Parque Alcosa, tras lo cual la introdujo a la fuerza en su vivienda y la violó dos veces.

La mujer recibió previamente un golpe en la cabeza que la dejó aturdida y luego fue apuñalada 21 veces con un cuchillo de cocina de ocho centímetros de hoja.

La sentencia no aplica al acusado ninguna atenuante, pese al informe de los forenses de que consumió abundante alcohol y tres tipos de drogas de síntesis que, sin llegar a causar una pérdida de conciencia, le provocaron alucinaciones y pérdida de memoria.