Sevilla

El Conservatorio de Danza se queda sin calefacción por un acto vandálico

  • Los alumnos se negaron ayer a recibir clases en aulas que estaban a tres grados

Pabellón de Argentina, sede del Conservatorio de Danza.

Pabellón de Argentina, sede del Conservatorio de Danza. / d. s.

Entrar en clase y tener la sensación de adentrarse en una nevera. Así explican los alumnos del Conservatorio de Danza la experiencia que tuvieron este miércoles al llegar al aula. "Estábamos a tres grados", afirmó uno de ellos. El motivo de esta baja temperatura era la avería de la caldera, provocada por el acto vandálico que destrozó parte del cuadro eléctrico de este centro educativo, que se encuentra en el exterior. Los técnicos estuvieron este miércoles intentando arreglar el problema. Los estudiantes se negaron a dar clases en tal situación.

El vandalismo pasa factura. Más allá de los destrozos en la vía pública también repercute en el normal desarrollo de la tarea docente. La comunidad educativa del Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler, situado en el que fuera Pabellón de Argentina para la Exposicion Iberoamericana de 1929, ha sufrido estas nefastas consecuencias. El pasado lunes al entrar en estas instalaciones se percataron de que algo no funcionaba bien. El problema estaba en las calderas. De inmediato se acudió a inspeccionar el cuadro eléctrico del edificio, que se encuentra en el exterior, junto al paseo del río. La instalación fue atacada el fin de semana.

Los técnicos confían en que la caldera pueda estar reparada la próxima semana

De este incidente se informó a las autoridades competentes. Aquella jornada se pudo restablecer la calefacción y se dio clases sin problema alguno. La sorpresa llegó este miércoles. De nuevo hubo problemas en la caldera. Se llamó a los técnicos, quienes confirmaron que el problema era más grave de lo que se creía. El acto vandálico la había afectado especialmente.

Los primeros en percatarse de que la calefacción no funcionaban fueron los maestros y alumnos que acudieron, a primera hora de la mañana, al antiguo Pabellón de Argentina. Según algunos de los allí presentes, en las aulas no se superaban los tres grados. En ese momento los estudiantes decidieron que no recibirían clase en tales condiciones, ya que para ello no pueden usar abrigos. Así se lo hicieron saber a sus profesores y a la dirección del conservatorio, que informó de la incidencia a la Delegación territorial de Educación.

Los técnicos les explicaron que la incidencia que había tenido el ataque al cuadro eléctrico provocó una subida de tensión en la caldera, hasta el punto de quemar varias piezas. Desde ayer se está a la espera de sustituir los elementos fundidos. Se prevé que la próxima semana la caldera se encuentre ya arreglada, por lo que hoy y mañana la calefacción seguirá sin funcionar correctamente.

No es la primera vez que este edificio salta a la palestra informativa por el mal estado de sus instalaciones. A finales de 2010 la comunidad escolar del Conservatorio de Danza alertó del riesgo que corrían profesores y alumnos de este centro tras desprenderse el techo en algunas zonas. La Delegación territorial de Educación, que entonces dirigía Jaime Mougan, elaboró un informe urgente para resolver las deficiciencias técnicas que se habían detectado.

El Pabellón de Argentina se levantó para la Exposición Iberoamericana de 1929. Dos décadas después de la muestra fue la sede del Instituto Murillo, que se trasladó a la Avenida Ramón y Cajal. Desde 1993 se encuentra en él la Escuela de Danza, ahora llamada Conservatorio de Danza Antonio Ruiz Soler.

Actos vandálicos, como el del cuadro eléctrico de este edificio, han sido frecuentes los últimos años en la zona. Ejemplo claro de ello son los destrozos que con demasiada regularidad sufren los elementos cerámicos que conforman la Plaza de España. Parte de su balaustrada apareció arrancada hace un mes.

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